cp026 ¿Es correcto juzgar las acciones y doctrinas de otros?

¿Es correcto juzgar las acciones y doctrinas de otros?
Por David Cox
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Ve también el artículo Discernimiento (Juzgar) y el Cristiano
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Mateo 7:1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.

Hay un movimiento entre los cristianos que pretende eliminar todo tipo de identificación de maldad, mala conducta, falso profeta, o doctrina errónea. Su argumento se basa en Mateo 7:1, y dice que la Biblianos manda de “no decir nada mal en contra de otras personas”, y añaden que esto se extiende hasta condenar a otros como predicadores, individuos, maestros, líderes religiosos, etc. Pero se está muy lejos de la verdad de presumir que Dios no quiere que discernamos el error, ni que identifiquemos públicamente el error. En este pasaje, la prohibición realmente es que no debes juzgar, si haces lo mismo que la persona a la que estás juzgando.




La Prohibición de “No Juzgar”

Mateo 7:1 No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

La enseñanza no es una prohibición de juzgar, sino una prohibición de que una persona en el mismo pecado llame la atención a otros haciendo lo mismo. El punto de los que abusan de este pasaje hoy en día es de decir que nadie debe decir nada de condenación sobre nada. Esto no es la enseñanza aquí, ni en lo demás dela Biblia.

1Ti 5:20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman.

Obviamente Dios manda que los cristianos deben reprender públicamente a los que pecan, y que persisten en pecar. Cuando se descubre a un hermano pecando, debe regañarle en privado, y si no responde, ni trata de cambiar su vida, debe mover el regaño a un foro público.

Gál 6:1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

Lo que vemos en la Bibliaes que no todos deben regañar y reprender, sino solamente los rectos que en sus propias vidas no están andando en el mismo pecado. Regresando a Mateo 7, versículo 2, dice que cuando condenas a alguien, debes fijarte que lo mismo puede y será usado para juzgarte a ti. O sea, que no debes hacer lo mismo por lo que tú regañas a otros para que no seas hipócrita.




Reconociendo lo falso

Mateo 7:15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.

Si Dios quisiera que ningún cristiano exprese condenación y reprensión en contra de la maldad, entonces ¿Cómo es que discernimos a los lobos rapaces con una disfraz de oveja? Tenemos que discernir lo malo y dañino de lo bueno y saludable y examinar las enseñanzas y el fruto para ver que tipo de fruto produce.

Mateo 7:16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.

Leyendo todo el contexto del capítulo 7, llegamos a comprender que es exactamente un juicio que debemos hacer. Juzgamos que tipo de “árbol” es a un ministerio o ministro por juzgar el “fruto”, que produce.




Ejemplos bíblicos de juicio

1Cor. 5:1-13 es un regaño por parte de Pablo porque la iglesia en Corintios rehusaron juzgar casos de pecado entre ellos. Ellos ignoraban el pecado abierto y visible entre ellos, y Pablo les regañó como cosa mala, no espiritual, y pecado de su parte. El entendimiento de este pasaje es que es una obligación para la iglesia de predicar y afirmar lo que es la voluntad de Dios, y de regañar a los miembros de la iglesia quienes rehúsan de obedecer las Escrituras. Debería ser algo privado entre dos hermanos primero, y lo que no se resuelve en obediencia, entonces debe resolverlo con la iglesia públicamente entrando en el caso. Pero todo este asunto demuestra que no nada más es correcto de juzgar, sino el juzgar es una obligación de cada cristiano de no aceptar las cosas nada más, sino de siempre comparar lo que se encuentra en esta vida con lo que Dios dice en las Escrituras, o sea, juzgando.

En la vida de Jesús, vemos la condenación que Jesús dio a los falsos maestros de su día (Mateo 23:23-24), y es obvio que Jesús nos puso el ejemplo de no ser nada tolerante de falsa doctrina. Balanceamos esto con la paciencia y ternura que demostró a una mujer arrepentida que fue agarrada en fornicación. Igualmente Jesús limpió el templo de los que cambiaban dinero, haciendo un negocio en el templo de Dios (Juan 2:13-16; Marcos 11:17).




No seas engañado

Jn 7:24 No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.

No hay contradicciones en la Biblia. Sidos pasajes parecen ser una contradicción, entonces no entiendes uno o el otro, o no entiendes los dos. Dios nos manda de juzgar en una forma “justa” (que es juzgar correctamente, rectamente, con integridad). ¿Qué es un juez? Un juez no es alguien que hace la ley (el gobierno o constitución hace esto) sino un juez es alguien que declara lo que es la ley, y en cada caso actual, declara que una persona es recto y de acuerdo con la ley, o infringe la ley. Nuestro deber no es de discernir lo que es correcto de hacer (Dios ya nos ha dicho esto en Su Palabra, las Escrituras), pero nuestro deber como jueces es de reflejar sobre lo que la vida nos presenta, y declarar estas cosas (1) de estar de acuerdo con la ley, o (2) de infringir la ley. En Apoc. 2:2 Dios recomendó a la iglesia de Efeso porque probaron a los que dijeron que eran apóstoles, pero eran mentirosos. La iglesia en Pérgamo fue regañada, porque ellos toleraron la falsa doctrina (Apoc. 2:14-15).




El Mandamiento de Descubrir el Error

1Jn 4:1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.

La Bibliano nos instruye a ser ignorantes, ni sin juicio sobre las doctrinas falsas que estos falsos profetas enseñan. Dice Dios que debemos probar los espíritus (la enseñanza espiritual de estos ministros), y discernir por una intensa examinación si tiene su origen y carácter en Dios.

Rom. 16:17 Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.

Pablo mandó que debemos fijarnos (públicamente exponer para notar), y que nos apartemos de ellos. Tito 1:13 dice “repréndelos duramente”.

Tito 1:9 retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.
Judas 1:3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.

Ef. 5:11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;

La tarea que Dios da a la iglesia es de mantener y contender por las normas y doctrinas de las Escrituras, y exhortar y convencer los demás. Esto es hecho públicamente exponiendo las Escrituras, y atacando lo que no es bíblico, y exponiendo a personas, grupos, y movimientos que no son bíblicos. Es desobediencia directa a Dios cuando uno rehúsa de reprender lo malo. Esto es pecado, nada más.




La Norma Absoluta

Isa. 8:20 ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.

Las personas quienes no tienen una admiración y respeto ala Palabrade Dios, quienes no se sujetan a la autoridad de Dios y a lo que representan las Escrituras para obedecerla y defenderla, ¡no son salvos!




La Separaciónde lo Malo

2Ts 3:6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.

Simplemente, la posición de un obediente hijo de Dios es de investigar, identificar, y separarse de todo tipo de mala doctrina o práctica pecaminosa. El buen cristiano debe pesar los hechos y dichos de lo que ve, y comparar todo con la Palabrade Dios para hacer claro lo que es de Dios, y lo que no es de Dios. Pablo nos exhortó de tratar de corregir (por reprender) a los hermanos que andan mal (2Tes. 3:14-15; 1Tim. 6:3-5). Reprender es entrar en exponer públicamente su mal, y es parte de nuestra obligación delante de Dios (2Tim. 4:2). De separarse de ellos cuando estos no obedecen la Palabra de Dios (2Juan 1:10-11) es otra parte de nuestro deber. Pablo dijo que el que predica otro evangelio sea anatema (lo consideramos como una maldición y una reprensión) (Gál. 1:6-9). Parte del proceso de esto es de discernir si la cosa es bíblica o ha desviado de la verdad.




¿Es correcto de nombrar a individuos?

Muchos dicen que no debemos nombrar a individuos, nada más condenar el pecado generalmente, sin entrar en detalles específicos. Pablo expuso los errores de Pedro en Gál. 2:11-14, y dijo el nombre de Demas (2Tim. 4:10), e igual Himeneo y Alejandro (1Tim. 1:18-20), y también Himeneo y Fileto (2Tim. 2:15-18). El Apóstol Juan reveló el error de Diótrefes (3Juan 1:9). Judas (Judas 1:11), y Juan (Apoc. 2:14) condenaron públicamente el “error de Balaam”.

En conclusión, la moda moderna es de no condenar a nadie que hace mal o enseña herejía. En su lugar proponen que solamente es correcto condenar a los fieles hombres de Dios quienes revelan el verdadero carácter diabólico de los falsos profetas. Esta moda moderna es una maniobra del diablo. Cada fiel cristiano debe examinar y juzgar, y si es necesario, él debe condenar lo malo. Esto es como Dios nos manda a juzgar.




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