Ef 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Mucha gente piensa que no son tan malos para que Dios les envíe al infierno. “No soy malo realmente, entonces ¿Por qué Dios me trata así? No, Dios no es tal persona para hacer tal cosa.
Nuestra situación delante de Dios no es uno en que juntamos todo lo malo a un lado de una escala divina, y todos nuestros pecados al otro, y a cual lado es más pesado, así decide adónde vamos. ¡No es así! Santiago 2:10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Un solo pecado nos manda al infierno. Gente va a la cárcel por una sola infracción de la ley. Igual con la ley de Dios.
Tabla de Contenido
Soy bueno, ¿no voy al cielo?
Isaías 64:6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.
Cuando pensamos que no somos tan malos, estamos equivocados. Aun lo mejor entre nosotros no tiene justicia propia en los ojos de Dios. Todos hemos pecado, gravemente o ligeramente, pero todos hemos pecado.
Romanos 3:10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno. Eclesiastés 7:20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. No hay hombre o persona justo en los ojos de Dios. Todos somos pecaminosos, y rechazados por Dios porque rehúsan a Dios. No lo buscan a Dios realmente.
Job 25:4 ¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer? 40:4 He aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca. Salmos 51:5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre. Romanos 7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
El asunto que tenemos que entender es que estamos en deuda a Dios. Somos culpables de desobedecer su voluntad, y entonces somos criminales morales delante de Dios por desobedecerle. Nuestra respuesta no puede ser de defender nuestra inocencia, ni de acusar a Dios como injusto, o que no tiene derecho y autoridad aunque es nuestro Creador. Romanos 7:24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
Nuestra justicia contra de la justicia de Dios
Romanos 4:6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye
justicia sin obras, 7 diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. David habló de la clemencia de Dios que tiene que venir sin consideración de las obras de la persona. No es que TENEMOS JUSTICIA PROPIA, sino que Dios perdona nuestros pecados, y se cubre nuestros pecados con la sangre de Jesús. El perdón de Dios es lo que salva. Nadie puede establecer su propia justicia ante Dios.
Romanos 10:3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; Rom 4:4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. La persona que piensa que puede obra buenas obras para procurar un plazo de aprobación delante de Dios en el cielo está engañándose. La salvación solamente viene cuando la persona deja de obra buenas obras para entrar en el cielo, y busca que la justicia de Dios (en Jesús) sea aplicada a su cuenta.
Romanos 3:21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él… Entonces, procuramos la justicia de Jesús cuando creemos en Él, su obra en la cruz, su vida 100% manifestando la justicia de Dios (que también seguimos esta norma de vida, que es la santidad y piedad). La fe de Abraham fue contada por justicia. Rom 4:3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. Rom 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Somos salvos por la Gracia de Dios
Ef 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. Tito 3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
La gracia es algo como un don o regalo, como lo que otros te dan en tu cumpleaños. Pero como tu tío rico, no siempre te lo dan, sino pone a veces condiciones antes que te lo da, como de respetarle. Así es con Dios. La condición que Dios pone antes de darnos el borrar nuestros pecados antes de la justicia de Dios, y antes de regalarnos la vida eterna en el cielo es simplemente que confesamos nuestros pecados a Dios, nos arrepentimos de hacer mal, y creemos (tenemos fe o confianza) en la muerte de Jesucristo en la cruz de Calvario para redimirnos de nuestros pecados. Todo esta parágrafo es muy importante, estúdialo.
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Condiciones para recibir la justicia de Dios
Aceptamos que somos pecadores. Frente de una juez en un corte criminal, ningún juez va a conceder una petición para clemencia si el criminal no reconoce su pecado o infracción. No es aceptable la situación donde insiste el incriminado que nunca ha hecho nada mal, pero aun que no, dame clemencia. ¡No! Romanos 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, Estamos sin posesión de la “buena cosa” (gloria) para entrar en la presencia de Dios o ir al cielo.
Arrepentimos de nuestros pecados. También otra condición en encontrar y obtener la clemencia de Dios es que cambiamos el curso de nuestra vida. Lucas 13:5 si no os arrepentís todos pereceréis igualmente. Un juez no va a mostrar clemencia si el criminal no ha cambiado el curso de su vida. Eze 33:11 Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel? Dios va a juzgar cada uno según su camino, y la persona que anda en pecar será condenada bajo la ira de Dios. (Los salvos no tienen excusa porque continúan a pecar sabiendo esto.)
Cómo Escondernos para que Dios no nos juzgue
Col 2:14 anulando el acta de los decretos (la evidencia de nuestro pecado) que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, Cuando tenemos fe en Jesucristo, y esto es en su persona moralmente, y su obra en la cruz de salvar, entonces Dios esconda nuestros pecados de su vista cuando busca error en nosotros. Jesús es el único camino o forma por lo cual podemos ser salvo (Hechos 4:12; Jn 1:12-13; 10:1; 14:6 Jesús es el camino, el único camino al cielo y si no crees esto, moriréis en tus pecados Jn 8:24)
Dios ve todo, y nadie puede esconder nada de Dios. Para que seamos aprobados para entrar en el cielo, tenemos que ser sin pecado en la vista de Dios. Porque Dios ve todo, esto es imposible. Entonces Dios solucionó lo imposible con Jesús, su hijo amado, cambiándose en la cruz a ser el pecado del mundo, y el Padre no le ve en este momento. Marcos 15:34… Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Esto es el momento en que Jesús tomó el pecado del mundo, y la cara de Dios el Padre no pudo verle más. Cuando uno deja de busca su propia justicia y confía en la muerte y resurrección de Jesucristo para sí, esto es el momento en que Jesús clava todos tus pecados en la cruz, y cuando Dios juzga todo pecado en el día final, Dios no va a ver allí, y eres entonces inocente. 2Co 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
El Lugar Correcto de Obras
Ef 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. O sea, Dios nos manda a andar en buenas obras siempre. Somos salvos por la fe en Jesucristo, pero parte de esta salvación es también
de ver la moralidad (buen carácter y obras que Dios manda) y seguir este camino en lugar del pecado.
1Co 6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. Porque no creemos en las buenas obras para darnos la salvación no es decir que no nos importa las buenas obras. El hombre no puede vivir un vacío. Hace bien o hace mal, pero siempre hace algo. Rom 13:14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. Somos diferentes cuando somos perdonados por Dios. Dejamos el pecado, y practicamos la justicia de Dios (nos vestimos de Jesús, o sea, ponemos el carácter de Jesús, que es el carácter moral de Dios), como nos mostró nuestra Salvador por su vida ejemplar. Llegamos a ser santos y piadosos por el poder del Espíritu Santo viviendo adentro de nosotros.
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