Domingo de Ramos: Recibiendo el Rey
Por David Cox
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Mateo 21:1-11; Marcos 11:1-11; Lucas 19:28-44; y Juan 12:12-19 presentan la entrada de Cristo a Jerusalén en el principio de Semana Santa. ¡Qué contraste hace una semana! Jesús entrando en Jerusalén en el domingo de ramos como el Rey de los Judíos para nada más caer de gusto con los judíos hasta ser matado en unos pocos días más adelante. La semana santa habla tanto de la muerte y resurrección de Jesucristo que habla del cambio que Dios hizo con Israel y la introducción a la iglesia al enfoque del escenario de la obra de Dios. Domingo de Ramos habla más de este cambio del instrumento principal de Dios.
David al Rey
1Cr 17:12 Él me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente. 13 Yo le seré por padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fue antes de ti;
En el Antiguo Testamento, Dios levantó David como rey de Israel, y empezó los años de gloria de Israel bajo David y Salomón. Dios prometió que el Mesías, el Cristo, será el descendiente de David que entrará en el trono de Israel de nuevo. El concepto de los Israelitas en el tiempo de Cristo es que el reino bajo este Rey-Cristo-Mesías iba a ser terrenal, y lleno de gloria, y la gente buscaba esta situación de nuevo. De romper el dominio romano era el sueño de cada judío. Esto explica mucho de la gran vacilación de los judíos con Jesús en solamente una semana. Pero siendo tercos, más bien quisieron libertarse de las autoridades romanas sobre ellos que bien sujetarse a la autoridad de Dios. Soñaba no con una relación íntima con Dios bajo este Rey-Cristo en su Reino, sino la libertad de dominio de reyes extranjeros. Su aspiración carnal y baja explica porque voltearon en contra de Cristo en tan poquito tiempo, cuando percibieron que Cristo no iba a “pelear por el derecho de los judíos” sin sujetarse al gobierno romano.
El Rey cabalgando sobre un Asno
Zac 9:9 Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.
En la ocasión de la entrada de Jesucristo a Jerusalén, es la única vez en la historia en que Jesús fue justamente reconocido como el Rey de Reyes que es. Diferente de otros reyes terrenales que vienen en gran gloria, Jesús entró en gran humildad. Caballos son para reyes, y asnos son para sacerdotes o personas humildes. Jesús impuso un contraste con sus dos entradas (esta en Semana Santa y la próxima).
La Higuera Sin Fruto
Mat 21:19 Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera.
El punto importante de esta enseñanza es que Dios rechazó a los judíos porque habiendo tenido relación con Dios por tanto tiempo, no produjeron el fruto espiritual que quiso Dios de ellos en este tiempo. Dios tiene paciencia, pero si nosotros no producimos espiritualmente el fruto que quiere Dios (el fruto espiritual y el esforzarnos hacia el evangelismo), entonces Dios se fastidia con nosotros, y nos corta las oportunidades y bendiciones. Simplemente puesto, Dios es compasivo y paciente, pero existen límites, que si uno no responde correctamente y con algo de prisa, Dios dirá que se acabó el tiempo y ya, fin. Es también importante de anotar que este es el único milagro de juicio (aunque era nada más de maldecir un árbol) de Jesús. Los demás juicios poderosos vendrán a su segunda venida. Los judíos le exaltaron como su rey, y sus hechos y enseñanzas desde este punto en adelante tienen que ver con esto.
Este hecho de Jesús debe causarnos de analizar realmente severo a nuestras vidas. Dios es compasivo y tiene mucha misericordia, pero no abusas de esto. Actúa rápidamente cuando Dios te habla sobre algo, especialmente de Su voluntad.
La Pierda del Angulo Desechada
Mat 21:42 Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos?
Lo que tenemos que entender es que hubo quiebro de la relación en los dos lados, o sea, tanto que Dios rechazó a Israel, Israel rechazó al Cristo de Dios, el Salvador. Este cuadro es implantado muy adelante como la forma en que desarrolla las cosas. Pero también esto habla de cómo nosotros ni entendemos la forma en que Dios obra ni los objetivos con valor en los ojos de Dios. Concluyamos en sabiduría humana que algo no vale, u otra cosa sí vale, e ignoramos o contradecimos a Dios. Siempre esto resulta mal para nosotros.
Labradores que Mataron al Hijo
Mat 21:37 Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. 38 Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Éste es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad. 39 Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron. 40 Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores? 41 Le dijeron: A los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo.
Lo que nos enseña este pasaje es que Israel dejó pasiones malignas tomar control para matar al Hijo de Dios. La acción era de unos pocos quienes tomaron control de la nación y el pueblo siguieron estos malvados a cumplir con su propósito. Claramente de sujetarse a la presión popular es lo que se refiere. Debemos entender que muchas veces no entendemos cómo Dios está trabajando, y pensamos que algo no es “bueno”. Por ejemplo, Pedro rechazó la idea de que Jesucristo tuvo que morir como “para el bien de todos.” Su interpretación de las cosas es lo que dominó su pensar, y era la base de sus decisiones. En lugar de obedecer a Dios, piensan que sus ideas e interpretaciones de cómo deben ser las cosas son mejores que lo que dicta Dios.
La Entrada de Triunfo
Luc 19:38 diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas! 39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. 40 Él, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían. 41 Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella,
Las Escrituras enfocan que el mero pueblo de Israel (o sea, gente laica de Israel) quisieron Jesús en este momento de su entrada como su Rey. Pero tenemos que concluir que quisieron la libertad del dominio romano, y no el reino de Dios sobre ellos. Hoy en día, igualmente mucha gente quiere que Jesús le liberta del infierno, (que les salva) pero realmente no quieren sujetarse al dominio de Dios en sus vidas. Jesús dejó de esconder el hecho de que Él es el Mesías ahora, y abiertamente proclama esto, y deja que la gente igualmente le reconoce de tal forma. Sus profecías de su propia muerte vienen al frente y se realizan.
En el narrativo, tenemos que observar que los lideres de los judíos fueron quienes que fueron totalmente en contra de la autoridad de Jesús, pero el pueblo igualmente era en contra de su autoridad en sus vidas, porque en unas pocas horas iban a pedir por la muerte de Jesús, el hombre que un poco antes quisieron como su rey. ¿Por qué? Porque cuando Jesús rehusó de usar su poder como Dios (para ellos poderes sobrenaturales) para revocar y atacar en contra de los romanos, entonces Jesús no les servía nada, y se enojaron en contra de él.
La Lástima de Jesús sobre Jerusalén
Mat 23:37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!
Viendo el estado de constante rebelión de la nación de Israel, Jesús dice estas palabras. Es obvio que su corazón fue triste por el rechazo de Israel de la dirección y autoridad de Dios. Dios estaba listo y preparado de ayudar y auxiliar a Israel, pero Dios no pudo porque no encontró la humildad, ni tampoco la contrición ni el arrepentimiento sobre su pecado.
Jesús limpió al Templo
Jn 2:14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. 15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; 16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. 17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.
Aunque en el evangelio de Juan, este incidente parece al principio del ministerio de Jesús, los demás evangelistas parecen ubicarlo después de su entrada en Semana Santa. Demuestra los celos de Jesucristo, y su rechazo del sistema y prácticas de los judíos de su día. Jesús básicamente se puso en contrario a la religión de los judíos, como ellos estaban llevándolo a cabo.
¿Con qué autoridad haces estas cosas?
Mat 21:23 Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?
Cuando Jesús empezó a manifestarse y enseñar sobre lo que iba a hacer, también le acercaron unos pobres y menesterosos, y Jesús les sanó. Los judíos no supieron qué hacer de estos eventos y menos qué hacer con Jesucristo. Siendo la autoridad religiosa representando la ley de Moisés, indagaron a Jesús de dónde vino su autoridad de hacer tales cosas, implicando igualmente de dónde vino su poder sobrenatural. La respuesta obvia es de Dios, pero como Jesús regañaba igual a los judíos que su sistema religioso, no quisieron aceptar esta respuesta.
Pregunta: ¿Qué harás con Jesús? Si no cabe el cristianismo con tus ideas propias, ¿Rechazarás lo que manda Dios?
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