La Imposición de Manos

Por David Cox

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Heb 6:2“de la doctrina de… imposición de manos.”

La imposición de las manos tiene su ejemplo en la Biblia. No es necesariamente algo malo, pero puede ser usado mal. En general, la imposición de manos de una persona a otra persona es de impartir una bendición espiritual o la transferencia de poder, autoridad, o responsabilidad en contextos de gobierno y representación. Es importante ver quienes lo hacen, y el propósito por el cual lo hacen para entender esta práctica. Por que se comparte el espíritu de quien impone las manos, debemos tener cuidado quien lo hace.

El echar fuera a los demonios

Lucas 4:40-41 y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

Muchas iglesias en nuestro día enseñan que la solución a sus problemas es la imposición de manos. Enseñan que todos (aun los cristianos) tienen demonios, pero la Biblia nunca presenta que un hijo de Dios (que siempre tiene el Espíritu Santo morando adentro de su cuerpo) puede tener a la misma vez a un demonio. No vemos a Jesús ni a los discípulos echar demonios afuera de los creyentes, sino de las personas inconversas con enfermedades.

Aclaramos que siempre ha sido la marca de posesión por un demonio, el perder el control del cuerpo de uno mismo, y de revolcarse en el suelo (Mat 17:15). Cuando los ministros tocan a las personas y causan esta condición, los ministros son del diablo. Jesús y los apóstoles tocaron a personas con esta condición para aliviarles, no para dárselo. Además Isa 8:19 identifica estos falsos profetas quienes “susurran hablando” Esto es de hacer sonidos no entendibles como hablar en lenguas hoy en día, porque en Hechos 2:9-11, nombraron claramente los idiomas de las personas presentes quienes recibieron la enseñanza en idioma diferente del predicador.

Compartiendo la Bendición de Dios

Isaac en Génesis 48:17-19, como era la costumbre en aquel tiempo, impuso sus manos sobre las cabezas de sus nietos, Efraín y Manasés, para darles una bendición espiritual. En este caso, fue el abuelo de las personas, y era una experiencia única en la vida, antes de la muerte del anciano, y la orden era importante (la persona bajo la mano derecha era quien iba a tener la autoridad sobre el otro). Entonces hay ocasiones en que la imposición de manos significaba quien iba a representar a la familia después de la muerte del líder en poder al momento. La idea aquí es que el anciano o líder está transfiriendo los dones o bendiciones o autoridad que él ha recibido a la persona a quien se le impone las manos. Siempre la idea de imponer las manos es de transferir algo a esa persona. En Mateo 19:13, 15 (Marcos 10:13, 16 Lucas 18:15) unas personas trajeron sus infantes (niños) a Jesús para que Jesús les bendijera, e impuso sus manos sobre ellos.

El Reconocimiento de Autoridad y
el Llamamiento de Dios

En Números 11:16-29 vemos que Dios transfirió el Espíritu que estaba sobre Moisés, y lo puso sobre los ancianos quienes entraron al ministerio con él. Hay posibilidad de transferir espíritus entonces. La preocupación siempre es ¿qué espíritu tiene la persona que te impone las manos?

En Números 8:10-11, 27:18-23, vemos que todo el pueblo impuso las manos sobre los Levitas quienes iban a representarles. En 27:20 dice que Moisés le dio de “su dignidad.” Es normal y una parte de la práctica bíblica de la imposición de manos de hacerlo en la instalación de un líder, ministro, o un representante cuando toma su cargo. Es normal en la ordenación de un joven al ministerio que otros ministros más experimentados impongan las manos y oren por una bendición para ese joven.

Ejemplos de esto en el Nuevo Testamento son Hechos 6:6, 13:3 los misioneros; 1Tim 4:14 “No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio;” 2Tim 1:6 “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.” Esta siempre parece de ser de hombres de Dios quienes imponen las manos sobre jóvenes entran al su ministerio.

1Ti 5:22 No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro. Pablo nos avisa que pueden salir problemas con el imponer las manos con ligereza porque se involucra la persona con pecados ajenos. Entendemos que los que conceden el reconocimiento, bendición, y autoridad por la imposición de las manos son responsables por lo que hacen estos ministros jóvenes.

La Transferencia de Pecados y Maldición

En Lev 16:20-21 vemos que Dios instruyó a Aarón de imponer sus manos sobre el macho cabrío para transferir los pecados del pueblo a este sacrificio. En versículo 22, “aquel macho cabrío llevará sobre si todas las iniquidades de ellos.” Muy parecido es Lev. 24:13-14 donde la persona recibiendo la imposición de manos es “el blasfemo… pongan sus manos sobre la cabeza de él, y apedréelo toda la congregación.” Estos pasajes demuestran que la imposición de las manos es claramente el símbolo o vehiculo por lo cual una persona transmite sus pecados a otro, el sacrificio, para luego cargarle sus pecados. En el sistema del Antiguo Testamento, este animal luego después de la imposición de manos fue sacrificado. Tenemos la idea entonces de identificación, y transferencia de pecados. Esta ceremonia de imponer las manos es una dedicación del sacrificio a Dios antes de ser destruido.

La Imposición de Manos y el Sanar.

Mar 16:18… sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Jesús “tocó” a una mujer y la sanó (Mateo 8:14-15). No vemos las mismas palabras de “imponer las manos” sino que “tocó”. Otros ejemplos son Mateo 8:3, 29; 20:34; Mar 1:4. En Lucas 8:54 (Mt 9:25) Jesús tomó la mano de la jovencita muerta, pero no impuso las manos. Jesús impuso las manos sobre unos (Marcos 6:5; 7:32; 8:23, 25; Lucas 4:40; 13:13) para sanarles. Parece que los apóstoles hicieron lo mismo

Lucas 13:12-13 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. 13 Y puso las manos sobre ella;

Hechos 9:12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. 17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. 28:8(Pablo) le impuso las manos, y le sanó.

Simón y la Imposición de Manos

Hechos 8:17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. 18 Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, 19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. 20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. 21 No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.

Es una equivocación pensar como Simón porque pensó que el don del Espíritu Santo podía ser traspasado por la imposición de manos sobre la persona. Hay muchos pentecostales y otros quienes piensan que ellos están compartiendo un don espiritual con otros por imponer las manos sobre ellos. Pero ellos no son ni Jesús ni los apóstoles (requerimiento es de haber visto la vida de Jesús desde su bautismo hasta su ascensión Hechos 1:21-22). Pero según Pedro en Hechos 8:17-21, esto está equivocado. El don del Espíritu Santo fue dado a todos después de la ascensión de Jesús (Juan 7:39), y viene sin depender de la imposición de manos, sino es por la condición de fe (“Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en” Jesús Juan 7:39). Jesús les mandó a todos los discípulos de quedarse en Jerusalén “hasta que seáis investidos de poder desde lo alto” (Lucas 24:49). Esto de esperar y recibir era solamente para los discípulos de Jesús. Después del día de Pentecostés tuvieron al Espíritu Santo y nunca más necesitaban recibirle. Jesús promete en Juan 14:17 que el Espíritu Santo una vez que viene, “morará con vosotros.” Entonces no habla jamás de salir y de recibirlo de nuevo. Efesios 4:30 habla de esta presencia del Espíritu Santo como es el sello de nuestra salvación entonces no podemos perderle. Esto es la garantía de Dios que Dios va a rescatarnos un día. Siempre la condición es después de haber creído (Efesios 1:13).

Además después de haber recibido al Espíritu Santo, Pedro entendió que cada persona quien acepta a Jesucristo como su salvador en arrepentimiento iba a recibir “el don del Espíritu Santo” en el momento de su fe salvadora (Hechos 2:38). Pablo tuvo este mismo pensar.

Hechos 19:2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. 3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. 4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. 5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.

Lo que pasó en Hechos 8:15 es simplemente un evento único de grande escala que no se repite, cuando los gentiles recibieron igualdad con los judíos en todos los asuntos de Dios y las bendiciones de Dios. Pedro regañó a Simón por pensar que el poder espiritual se pasa por imposición de manos como un truco de un mago.

El asunto crítico en imponer las manos no es si es bíblico o no, sino ¿Por qué asunto lo hacen? Y ¿Quién me lo hace? 

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