Salv110 Nuestra Obligación de Congregarnos

Salv110 Nuestra Obligación de Congregarnos Razones y Entendimiento en congregarse en una buena iglesia local.

Salv110 Nuestra Obligación de Congregarnos Razones y Entendimiento en congregarse en una buena iglesia local.

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Hebreos 10:24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; Hebreos 10:25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

Dios, en Su sabiduría suprema, nos manda a congregarnos. Esto no es de nada más estar presente en la iglesia, dormido, distraído, o pensando en otros asuntos, sino que es de participar enigmáticamente en las actividades y propósitos de la iglesia.

Génesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

Desde la creación, Dios ha hecho al ser humano un ser social. Influenciamos a otros por nuestras vidas, y somos altamente influenciados por otros. De negar esto es de negar como Dios nos ha hecho. Pero de estar presente con otros no es la clave. Es de convivir bien, llevándose bien con estos otros. De congregarse es de buscar gente de lo mismo de nosotros (de la misma doctrina y práctica), y convivir con ellos.

La Obligación de Congregarse

1 Juan 1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 1 Juan 2:9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. 10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. (Isaías 2:5)

Si andamos en la luz que es Dios, la consecuencia natural y normal es que los redimidos tienen comunión unos con los otros. El que aborrece o ignora a sus hermanos, todavía es inconverso. El primer problema es que hay personas que piensan que son cristianos que irán al cielo cuando mueran, pero no quieren hacer el compromiso de tener comunión con otros redimidos. Esto no es posible. Dios junta a todos los salvos a ser un grupo, y eres parte de este grupo o no eres.

1 Juan 4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.

O sea, la realidad brutal de que Dios nos manda es que tienes que reunirte cada semana con un grupo de hermanos en Cristo organizado y practicando lo que es “una iglesia” que adora, alaba, y sirve a Dios. Es totalmente una decisión personal, pero tienes que decidir en que iglesia vas a congregarte y tienes que ser fiel a tu decisión, a tu compromiso con estos hermanos. También la iglesia sobre todo debe tener buena doctrina bíblica y prácticas sanas a tal buena doctrina. Jesús sufrió en la cruz por ti, pero no cortó la salvación pidiendo a Dios el Padre de llevarle de la cruz al cielo porque “le dolía” de estar en la cruz. Nosotros damos cualquier excusa por no cumplir en esto, pero Cristo queda fiel a nosotros. No nos esforzamos nada. ¡Que ingratos somos!

2 Juan 1:4 Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre.

La marca de la salvación es tu relación de amor a un grupo de hermanos locales. Debe ser el gozo de tu corazón. Si no lo es, no eres salvo, o tu corazón y mente no está pensando como Dios quiere. Los que mucho se quedan en sus casas los domingos, que van a otras diversiones, o aun, brincan de iglesia a iglesia sin dirigir esfuerzos de amar a sus hermanos demuestran una falta de entendimiento de sus obligaciones y una rebelión en contra del mandamiento de Dios. No son espirituales, ni maduros en la fe. Son bebes todavía.

1 Pedro 2:5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

El cristiano ES la iglesia. Su presencia es lo que constituye el lugar y evento dominical como “iglesia”. Tiene que obedecer lo que Dios nos manda para que sea iglesia. El primer requisito es de congregarnos.

Mateo 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

El asunto es deque se congregan para ser iglesia, y cumplir con las actividades de una iglesia como Dios manda. Esto no es opcional, ni se puede estar congregándose esporádicamente. Igualmente, hay actividades espirituales en tal iglesia (tiene que ser en la comunidad de los hermanos) que es de edificación espiritual en la vida de uno, y sacrificios espirituales.

Un sacrificio espiritual es una acción de gracias, alabanza a Dios por Su fidelidad y bondad a nosotros, y buenas obras de uno a sus hermanos en la fe. Nadie cumple con estas obligaciones sin hacerlo en la comunidad de los hermanos. Muchas iglesias tienen tanto “éxito” en el ministerio que son tan grandes que no pueden permitir a los hermanos a que expresen estos sacrificios espirituales, y llegan a ser introspectivos, o sea, egoístas luciendo su gloria. Pero el hermano común y corriente no puede ofrecer una alabanza, una acción de gracias.

Hebreos 10:24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; Hebreos 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

El congregarse en una buena iglesia es un mandamiento divino, pero fíjate que su propósito es de tener esta relación con otros hermanos de la misma fe y práctica para provocar al amor y a las buenas obras. Tanto como el que da como el que recibe son bendecidos.

Hechos 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.

O sea, la bendición mayor es de ser parte de las vidas de tus hermanos, y ser el instrumento que Dios usa para ayudar a otros en sus necesidades y problemas de la vida.

Muchos cristianos amargados (Hebreos 12:15 “alguna raíz de amargura os estorbe y por ella muchos se contaminan”) se molestan porque sus hermanos en su iglesia “no les tratan como ellos piensan que deben ser tratados.” Pero el asunto principal no es lo que recibes de tu iglesia, sino que es tu cumplimiento con el mandamiento de Dios en congregarse. Tu eres fiel a obedecer y participar enérgicamente ni modo el precio personal. De recibir “maltrato” pero seguir fiel es exactamente lo que Dios quiere ver.

1 Corintios 3:9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.

Unos cristianos piensan que la iglesia sigue aunque ellos no vayan. Sí, unos fieles hermanos van a seguir con Dios en obedecer la obligación de edificar la iglesia de Cristo, pero eres parte de los redimidos haciendo la obra de Dios, o ¡no eres parte de ello! Si eres redimido, siempre vas a estar en la iglesia. La fidelidad se define con siempre estar haciendo lo correcto.

Apocalipsis 2:1 Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles (misioneros), y no lo son, y los has hallado mentirosos; 3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.

El Apóstol Juan tuvo buenas cosas de decir sobre esta iglesia, pero aunque empezaron bien, les regañó por no seguir en el mismo camino. ¿Qué fue su buena conducta al principio de su experiencia de ser salvos? Que tuvieron ánimo y esfuerzo, amor abundando demostrado con sus hermanos. Que tuvieron “paciencia”, pero también hicieron “arduo trabajo.”

La Bendición de Dones Espirituales

1 Pedro 4:10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

1 Juan 1:3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.

Dios dio dones espirituales a sus hijos para que sirvan uno al otro en la edificación de Su iglesia. Muchas personas piensan, “pues, si es un don, puedo rechazarlo igual que recibirlo. No me hacen falta lo que son estos dones espirituales.” Pero está mal de despreciar lo que Dios ha mandado. Es altamente peligroso de tomar esta actitud. Si no asistes y no participas, Dios no puede usar estos dones para beneficiarte. Satanás usa cualquier mal gusto, palabra sin consideración, o acción para hacerte alejar de este bien que Dios quiere para ti.

La Fe y Tu Compromiso

1 Corintios 4:2 «Ahora bien,» se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.

La salvación de uno se queda en su fe. Porque creemos, somos salvos. El inconverso no es fiel. Tiene infidelidad en su vida. Pero de tener fe es visto por tu fidelidad. Cuando hablamos sobre congregarse, ¿de ser fiel a tu iglesia no entra en el asunto? Claro que entra y esto es en donde se ve mejor que en todo si eres fiel o no. Gálatas 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe…

O sea, la presencia de fe en tu vida es vista por obras que responden a tu profesión de qué crees.

¿Que te costará?

Efesios 4:1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, 2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;

Hay un entendimiento perdido aquí. De ser salvo demanda una conducta correspondiente, o sea, ¿cómo es digno de andar como un cristiano? El punto es que un verdadero salvo ha encontrado paz con Dios, y esto causa paz con otros. Andemos en la doctrina y prácticas de la Biblia, y esto nos une a nosotros con otros redimidos. Para mantener esta paz con Dios, tenemos que mantener paz con nuestros hermanos,

los unos a los otros por amor a Cristo, practicando amor y paciencia.

La Historia en Hechos

Hechos 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. 46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

El problema es que no practicamos la religión del Nuevo Testamento, y el Señor no añade más convertidos a la iglesia por ello. Hasta que regresemos a estar practicando iglesia, no vamos a ver el bien. Sufriremos espiritualmente sin iglesia y sin la exhortación de nuestros hermanos, sin el amor, y sin los dones espirituales ejercitados.

La marca de ser Salvo es el amor a tus hermanos en Cristo

Juan 13:35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. 1 Juan 4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 1 Juan 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

Hay una obligación de amar. Pero no es exactamente una obligación o mandamiento de obedecer, sino es una consecuencia siempre como resultado de ser salvo. Los que desprecian el amar a sus hermanos en Cristo deben indagar en sus almas si realmente son salvos o no. Esto es la marca de un salvo. No se puede torcer esto a pensar que uno es salvo pero no se tiene amor a los hermanos en la fe.

Salmos 133:1 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! Salmos 133:2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; Salmos 133:3 Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.

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