¿Qué debemos predicar?
El ministerio de la Palabra
Por David Cox
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¿Qué es la predicación bíblica?
1Ti 2:7 Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad. La palabra “predicador” es un heraldo, como alguien que anuncia las palabras de un rey. Ez 3:17 Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.
Es importante que los predicadores se concentren en predicar lo que Dios nos manda predicar. En nuestro día, muchos púlpitos se han desviado en sus sermones en temas, contenido, y elementos no bíblicos como bromas, relatos que no tienen que ver con nada más entretener, y eventos de nuestro día. Será bueno repasar lo que la Biblia dice qué debemos predicar.
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No podemos entender que es “la buena predicación” si no entendemos el propósito y la vocación de un predicador. Neh 8:8 Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura. Es de decir las meras palabras de Dios, de hacerles entender lo que es la voluntad de Dios por repetir, explicar, y insistir lo que son estas palabras divinas que se encuentran solamente en las Escrituras. Nehemías 8:8 nos aclara que es de actualmente citar el texto bíblico, luego poner el sentido, y luego hacerles entenderlo (exposición e ilustración del texto).
2Ti 4:2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
Pablo quiso que Timoteo predicara la Palabra de Dios. Esto es el texto y contenido de toda buena predicación. Hay tantas cosas que no son la palabra de Dios y que la gente predica hoy en día, y no es provechoso para ellos, y no es lo que Dios nos manda de hacer.
Mateo 7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Va a haber un gran número de ministros, pastores, y predicadores en el juicio final que han ministrado toda su vida predicando, y Jesús va a revelar que ¡ni son salvos! Van al infierno porque su predicación revela que su vida, su ministerio, y muy importante, su mensaje (predicación) no se enfocaba en “hacer la voluntad de Dios” y causa a otros de andar en esa voluntad.
Tabla de Contenido
La Sana Doctrina
1Ti 6:3 Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4 está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, 5 disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.
Pablo explicó a Timoteo que hay buena y mala doctrina que los ministros enseñan en las iglesias. La buena doctrina es “sana” (causa salud espiritual, vida, y no muerte o enfermedades espirituales), y produce piedad en los que la oyen. Pablo mandó a Timoteo de “retener la forma de las sanas doctrinas” 2Tim 1:13. La mala doctrina causa contención, confusión, y pecado.
2Ti 4:3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
La congregación de una iglesia es igual de responsable de asistir y apoyar al pastor en todo esto, especialmente económicamente al pastor. Cuando no son fieles bajo un ministerio de un fiel hombre de Dios que predica la Palabra de Dios, la iglesia sufre. Debemos apoyar la buena predicación cuando la tenemos.
La Buena Doctrina Produce Piedad
Pablo advierte a Timoteo que la señal de los últimos tiempos será “espíritus engañadores y doctrinas de demonios” (1Tim.4:1). Califica que esto vendrá por medio de la “hipocresía de mentirosos, que teniendo cauterizada la conciencia” (1Tim.4:2). Hipocresía es que dice una cosa y personalmente hace otra. En 2Tim 3:5 regresa al tema que indica que estos hombres “tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita”. Son los tipos que se meten con “mujercillas… arrastradas por diversas concupiscencias” (2Tim 3:6). Son personas marcadas con “estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad” (2Tim 3:7). Trata de lo espiritual, pero no son hipócritas. Son personas que “resisten (o contradicen) a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe” (2Tim 3:8). En contraste, Timoteo debiera enseñar otra cosa, “nutrido con las palabras de la fe, y de la buena doctrina” (1Tim. 4:6). “Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad” (1Tim. 4:7) La buena doctrina produce piedad en los que la reciben. “Sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1Tim. 4:12). “Ocúpate en estas cosas… para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos” (1Tim. 4:15). Hubo algo personal en Timoteo que la buena doctrina debería producir, pero el diablo burla de esto (usando hipócritas). Según Pablo, Timoteo deba enseñar solamente “las sanas palabras… y la doctrina que es conforme a la piedad.” 1Tim 6:3.
La Mala Doctrina y Predicación
Pablo empezó su primera epístola a Timoteo con una exhortación que Timoteo “mandase a algunos que no enseñan diferente doctrina” (1Tim.1:3). Hubo preocupación en Pablo que Timoteo vagara de la sana doctrina de la Biblia. Mencionó “ni prestan atención a fábulas y genealogía interminables, que acarrean disputas más bien que edificación” (1Tim.1:4). “Fabulas” significa cuentos, ficción. Los predicadores hoy en día son famosos por sus cuentos. La diferencia entre una ilustración y un cuento es que una ilustración “ilustra” un principio en el texto que estás enseñando, y un cuento no tiene vínculo íntegro con el punto espiritual del mensaje. Las cosas que causan disputas, controversia, o división dentro de los hermanos es igualmente rechazado para el predicador bíblico. En 2Tim 2:14 Pablo exhortó de “no contender sobre palabras” que no es provechoso, pero causan la “perdición de los oyentes”. Pablo recomendó de “usar bien la palabra de verdad” (2Tim 2:15) indicando que hay el mal uso también. El mal uso es “profanas (pagano o malo) y vanas palabrerías (discusión inútil), porque conducirán más y más a la impiedad (maldad, perversidad)… su palabra carcomerá como gangrena” (2Tim 2:16-17). La idea aquí es de molestar como una ulcera, comiéndole a uno mismo para su mal. “Desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.” (2Tim 2:23) “Desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería” (1Tim.1:6). Strong dice que esta palabra es “charla al alzar”. Esto es un desvío. Hay muchos predicadores bien famosos quienes usan la plataforma del púlpito para actuar enfrente de la congregación. Brincan, danzan, gritan, y en general se portan como bobos para entretener a la congregación. ¡Ellos son más divertidos que la televisión! Son tachados por Dios. Su error es de querer ser bien recibidos (como famosos o doctores de la ley 1Tim.1:7), pero no entienden lo que están tratando. Pablo dice que es fiel y digna palabra, “que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores” (1Tim.1:15). Pablo sigue en capítulo 2, “Dios… quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1Tim.2:4). Este mensaje es céntrico para la predicación y ministerio de Pablo, y dijo, “Para esto yo fui constituido predicador… y maestro” (1Tim.2:7). Observamos que Pablo puso mucho valor sobre la habilidad de enseñar en un predicador. Es uno de los requisitos para obispo (1Tim 3:2). En la mente de Pablo, la iglesia local debe ser una “columnay baluarte de la verdad” (1Tim.3:15). Para Pablo, el evangelio es “Dios fue manifestado en carne” (1Tim.3:16).
La Reprensión Dura
1Tim 5:20 “A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman”. Jer 23:22 Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras. La predicación bíblica es algo que reprende el pecado fuertemente. El trabajo del ministro de Dios es de presentar al pueblo de Dios las palabras de Dios, y exhortarles de volver de su pecado a Dios (producir arrepentimiento en ellos). Predicas regañando el pecado, o suave para que den buena ofrenda, pero no se pueden los dos. Pero “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” 2Tim 1:7. En el mismo pasaje, Pablo se identifica como heraldo de Dios (predicador) en 1:11, y en 1:12 dice que “padezco, pero no me avergüenzo”, y que todos los que predican bien van a sufrir penalidades (2Tim 2:3) también.
Predicando para Entretener
2Ti 4:3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Es entendido que la mayoría de las personas en una predicación no quieren ser regañadas. Pero esto es exactamente lo que es la “buena predicación”. La apostasía busca entretener con fábulas en lugar predicar la Palabra de Dios que corrija vidas. No exponen claramente lo que Dios ha dicho (que es un regaño, si están mal, o una exhortación de seguir con lo correcto si están obedientes a Dios). Estos falsos van a desviar tras fábulas (cuentos, no las Escrituras), y alimentarán un “comezón de oír”, que es curiosidad o deseo (concupiscencia) para ser entretenidos. Hay predicadores que son muy divertidos de oír, pero realmente usan un texto para introducir sus bromas, relatos, y cuentos.
Predicando para el Provecho.
2Ped 2:12 Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden,… 13 recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son inmundicias y manchas, quienes aun mientras comen con vosotros, se recrean en sus errores. 14 Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición. 15 Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, Dios regañó a los predicadores que predican el contenido que les conviene para recibir dinero del pueblo enfrente de ellos, no decirles el mensaje de Dios (que ofenda a veces). Estas personas, “toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales” (1Tim. 6:5). Vio que ellos fueron “corruptos de entendimiento y privados de la verdad” (1Tim. 6:5).