ig16 El Ejemplo del Hombre De Dios explica como Dios quiere los líderes de ser ejemplos de las mismas enseñanzas que predican para mostrarnos cómo debemos ser.
El Ejemplo del Hombre De Dios
¿Es correcto fijarse en los Hombres de Dios como un Ejemplo Espiritual?
Por David Cox
[ig16] v1 ©2008 www.folletosytratados.com
Se puede fotocopiar e imprimir libremente este folleto
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Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios;
considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.
Hebreos 13:7
Un grave error en el cristianismo de nuestros días es la equivocación de no pensar, exigir, y promover la idea de que cada ministro debe ser un buen ejemplo de un hombre de Dios. 1 Timoteo 3 y Tito 1 marcan los requisitos de un hombre de Dios, pero hoy en día es de poca importancia. Debemos insistir que nuestros ministros sean buenos ejemplos de hombres de Dios.
Fijándose es bueno
Hay el concepto popular que dice algo como esto, “no pongas tus ojos en los hombres, sino en Dios.” Actualmente, esto no es bíblico, porque Dios insiste que los que ministran, predican, enseñan, o dirigen las actividades de la iglesia sean hombres de Dios. Esto quiere decir que el requisito para el ministerio “oficial” es que el hombre sea un hombre de Dios, cumpliendo conscientemente los requisitos que Dios impone. Debemos insistir en esto. O sea, muchos se quejan de que las normas de Dios son demasiado difíciles para que ellos cumplan. “Nadie puede cumplir con ellas,” nos dicen. Para parar esto, Dios insiste que cada iglesia tenga a lo menos un hombre de Dios sobre la iglesia, y los ministros oficiales, visibles, y en frente de la obra, en todo aspecto, que sean un ejemplo para la grey.
1 Pedro 5:1-4 a los ancianos… Apacentad (pastorea) la grey de Dios… cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente, no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto, no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey… el Príncipe de los pastores.
Lo que Pedro exhorta aquí es que los líderes de la iglesia (ancianos) quienes pastorean (apacentad) deben ser personas ejemplares en su vida personal. Pedro se refiere a esta persona como uno de los “pastores” bajo el Pastor Príncipe.
Vemos que Dios se preocupa que haya un buen ejemplo (o más que uno si es posible) de personas que han sujetado sus vidas a las normas de Dios para que sean ejemplares para los demás. Además los demás deben considerar estos ejemplos e imitar su fe (Heb 13:7 en la portada de este folleto).
Marcando la maldad
Satanás ha engañado a muchos en la iglesia de tomar una actitud hacia la maldad de no hacer nada respecto a ella. Pensando que no tienen relación con la maldad (ni por ni en contra), están seguros. Pero la verdad es que si uno no busca de oponerse a la maldad, entonces la apatía llega a tu vida, y tu mismo bajarás tus defensas y poco a poco aceptarás la maldad, y luego harás la misma maldad que no pensaste que iba a afectarte, y que tal vez en un entonces pensaste que nunca ibas a hacer. Todo es un proceso de cambio, bien maniobrado por Satanás.
Mateo 7:15-20 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
La defensa divina en contra del error doctrinal y los ejemplos de pecado que nos presentan los falsos profetas es para examinar sus vidas y ver lo que sus propias vidas han producido espiritualmente hablando. Dios nos obliga de ser inspectores de fruto entonces. Se puede engañar a la gente, pero no pueden producir fruto que no le pertenece (cada árbol según su naturaleza).
Si un ministro no es ejemplar, y todos hacen lo que él hace, él debe renunciar, o tú debes salir de su ministerio totalmente. Por esto, un requisito para el ministerio es que uno sea “irreprensible” (1 Tim 3:2; Tito 1:6-7) que quiere decir que no se le puede agarrar en error o en ejemplos malos en su vida. Hay ministros quienes no viven la vida como Cristo lo haría, y son tan hipócritas que pretenden decir que está bien que ellos no lo hacen, y no debes verles a ellos como ejemplos, sino a Cristo. Esto está en contra de la forma que la Biblia nos presenta las cosas. Los ministros deben ser primero el ejemplo de Cristo. Su administración, autoridad, y poder se concentra en que ellos cumplan con las normas de Dios. Es hipocresía que el pastor diga que todos los cristianos deben testificar, diezmar, sacrificar, u orar muchas horas, y él mismo no lo hace. Recuerdo oyendo una vez de un pastor que llama a una ayuda cada día de la semana para levantar fondos para los misioneros, y la gente puso el dinero que usaría para comer en la ofrenda. Pero el mismo pastor dejó sus hijos con un miembro en el día designado de ayudar, y él y su esposa y otra pareja se fueron a comer.
2 Tes. 3:7-9 Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, 8 ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; 9 no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis. 13 Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien. 14 Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence.
Dios tiene el mismo proceso hoy en día que vemos en las palabras de Pablo. Pablo mismo les dio el ejemplo de trabajar duro para sostenerse. No es porque NO tiene derecho de abstenerse de trabajar en lo secular como ministro de Dios, sino para darles el ejemplo. Los que no cumpla con las normas de Dios, no son salvos, o no son espirituales.
Imitando a Cristo
Ef. 5:1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
1° Juan 2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo
Juan 13:15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
1 Ped. 2:21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;
Debemos entender que aprendemos por principio demostrado en vivo (1 Pedro 1:15). Así es la única forma de realmente aprender y practicar principios morales. Impresiona fuertemente y moralmente cuando vemos el ejemplo correcto en una vida, y oímos los principios morales atrás de este ejemplo con la autoridad de versículos que pegan mandamientos directos de Dios, principios bíblicos como la razón de esta conducta y ejemplo. Así es la única forma en que una persona cambia permanente su carácter moral y su vida para que sea como Dios. Jesús dijo de “llevar su yugo sobre nosotros, y aprended de él, que es manso y humilde” (Mateo 11:29). Vemos el proceso y aprendemos el ejemplo y principio. Por esta razón, el falso profeta es tan peligroso, porque provee un ejemplo que les guía las personas a la perdición y castigo, y no a Dios.
Marcando e Imitando al Hombre de Dios
1 Corintios 11:1 Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.
Contrario a lo que muchos hoy en día promueven, debemos examinar las vidas y el fruto de los que pretenden ser hombres de Dios, y quienes nos ministran espiritualmente. Ellos deben ser imitadores de Cristo, para que los demás sigan su ejemplo personal.
Filipenses 4:9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
Dios ha estructurado las cosas tal que los que dirigen la obra de Dios deben ser ejemplares en toda su vida, pegándose y siendo ejemplo de las normas de Dios. Si no se pueden hacerlo, ¿Por qué creen que pueden decir a otros de hacerlo?
1 Corintios 4:15-16 Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio. 16 Por tanto, os ruego que me imitéis.
El líder de la iglesia es un pastor. Lo que distingue un pastor de ovejas y de un vaquero de vacas y toros es que el pastor va en frente, y por su tierna relación con las ovejas, las ovejas le siguen. Un vaquero usa látigo para pegarles de atrás o de los lados. El vaquero empuja las vacas con miedo y dolor. Hasta la fecha los vaqueros usan choques eléctricos para mover las vacas.
El buen pastor dice, mírame, ve mi vida, y sigue lo que yo mismo estoy haciendo. Hay muchos que pretenden de tomar el poder y autoridad de un pastor, pero no quieren pagar el precio de que ellos mismos sean ejemplares. No a esos les sigas.
Es muy importante de ver que debes sujetarte a un hombre de Dios que puedas decir con toda confianza, su vida espiritual es lo que debo seguir. Y si moralmente no conduce su vida como Cristo lo hizo, es mejor buscar otra iglesia.
Fil. 3:17-19 Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. 18 Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; 19 el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.
Hay muchos ministros hoy en día que no pretenden ser buenos ejemplos de las normas de Dios. Te dicen una cosa, pero hacen otra. Cuando tú copias sus vidas, sus hechos, sus malos hábitos, te regañan de que es pecado. Pero ellos mismos obran con otra norma para su propia vida. Pablo llamó a estos “enemigos de la cruz.” ¿No crees que debas alejarte de los enemigos de Dios? ¿No crees que debas encontrar y seguir un ejemplo personal de Cristo?
En este folleto examinamos el ejemplo de un “hombre de Dios.” Contrario a la opinión popular equivocada, Dios quiere que vemos a los hombres de Dios enseñando a uno. Estos, por requisito divino, tienen que tener una vida ejemplar, para demostrar por sus vidas los principios espirituales que supuestamente ellos están enseñando. Entonces este folleto explica (con versículos) los mandamientos y versículos que hablan de “imitar a mí” por un hombre de Dios.
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