Encontrando una Buena Iglesia
(Las marcas de una Buena iglesia)
Por David Cox
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La comida, el ejercicio, y la salud muchas veces deciden si uno tiene salud, una buena vida, o muchos problemas. Igualmente una buena iglesia decide si tenemos una buena vida espiritual o no. Sin ella, problemas espirituales tortura el cristiano y le deja sin los medios de enfrentar sus problemas, le deja con una vida espiritual debilitada, y con tristezas sin fin y sin remedio. Para el cristiano que encuentra una buena iglesia todo esto es el opuesto. La iglesia ministra a sus necesidades, y causa el bienestar espiritual en su vida. Es un placer de servir al Señor allí, de crecer y de tener la familia de Dios apoyando a uno. ¡Encuéntrate una buen!
La Necesidad de Encontrar Buena Iglesia
2° Pedro 3:17 oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.
Dios nos manda directamente de no caer en la costumbre de no congregarnos (Hebreos 10:25). De dejar que otras cosas toman el tiempo que debemos dedicar para Dios es un pecado, y nos hace mucha maldad. No podemos limpiarnos espiritualmente ni tampoco tenemos comida espiritual para crecer espiritualmente. Somos débiles y muy fácil presa para predadores espirituales que andan tratando de arrastrar inocentes atrás ellos.
Hechos 20:29-30 Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.
La Biblia nos da claro aviso de la presencia de malas personas[1] que edifican para sí imperios religiosos fingiendo de ser iglesias buenas. Dios nos ayuda en quedarnos firmes en la fe por Su invento de la iglesia local.
2° Tes. 2:2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra… 3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía,… 15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido…
¿Cómo Evaluar una Iglesia?
Hay pocas iglesias que se presentan al mundo como malas. Todos dicen que ellas son de Dios[2], y muchos dicen que ellas son las únicas que son fieles a Dios. Hasta Jesús en Mateo 23:2-4 avisó a sus discípulos que los malos dicen muchas cosas buenas, pero ellos mismos son hipócritas (marca mala) que no hacen según lo que dicen. Debemos ver y examinar más al fondo para llegar a la verdad, y no aceptar nadie a su palabra y nada más. Hay dos principios que nos guían en reconocer una buena iglesia: (1) su doctrina, y (2) su práctica (conducta constante actual). Debemos entender que las creencias (doctrina) producen acciones (prácticas). Muchos dicen buenas cosas, pero la mayor parte fallan horriblemente cuando se fija en su doctrina y práctica, y esto no concuerdan con sus dichos. Podemos decir que Dios ha establecido que las cosas se manifiestan por sí mismo con tiempo (2 Cor 11:13-15 “cuyo fin será conforme a sus obras”; Mat 7:15-24 “por sus frutos los conoceréis”).
En doctrina, la iglesia debe tener una vista literal de la Biblia, y que cree lo que se encuentra allí. Una buena iglesia exalta la Biblia, y trata de poner más importancia en ella, no menos. Muchas malas iglesias tratan de explicar los milagros y partes difíciles y no populares (como no es permitido las predicadores femeninas o que el homosexualidad es pecado) para acomodarse con el mundo. Una buena iglesia no tiene miedo de ponerse en el escorio del mundo porque Dios nos manda a una posición o práctica.
Sobre todo una buena iglesia debe ser experta en explicar el plan de salvación, y esto debe ser constantemente repetido. Debe ver vidas cambiadas, pecado dejado por los miembros. La salvación no se reduce a repetir una oración y ya eres salvo, sino es de comprometerse espiritualmente con Jesucristo, de empezar una relación espiritual con Jesús que se cambia la vida. Se ve problemas cuando grandes cantidades aceptan al Señor, son publicados de que gran obra que están haciendo, pero la mayor parte de ellos no son bautizados, no asisten, no apoyan, ni participen en la iglesia. Debe ser que los que son ganados a Cristo se integran al esfuerzo de evangelismo que hace esta iglesia.
Las Marcas Buenas
1° Corintios 16:15 Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al servicio de los santos. 16 Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan.
La primera marca buena es que son activos en la obra de Dios, y con el ministerio a los santos. La obra de Dios se define en que buscan a los inconversos para presentarles el evangelio exhortándoles de aceptar a Jesucristo como su Salvador personal, luego les discipulan a los convertidos trayéndoles a la iglesia local donde son edificados y estos convertidos entran en el ministerio. Parte de esta obra es la edificación[3] de los santos, la ayuda económica entre los hermanos, y los diezmos para la operación de la iglesia y el pago de sus ministros (1 Cor 9:14; Gál 6:6; Mat. 10:10; Lucas 10:7; 1 Tim. 5:17).
Actividad no es necesariamente igual a espiritualidad (Lucas 10:38), porque la actividad buena es el fruto de haber sentado a los pies de Jesús para adorar a Dios, y se nace en su corazón por el amor a Cristo de participar en Su obra y de hacer algo por Él. Muchas iglesias enseñan que tienen que hacer actividades casi como requisitos para ser salvos (mala marca).
Debemos anotar que una buena iglesia tiene un líder (el pastor) quien es un hombre de Dios quien que se dedica a cuidar la iglesia (1 Tim 3:5). Su trabajo principal es de apacentar espiritualmente la iglesia, de avisar, proteger, y la visitación pastoral. Apacentar habla de predicar (exponer o explicar) la Palabra de Dios. De avisar y proteger habla de identificar peligros espirituales a los hermanos y de ser activo en pelear en contra de ellos. La visitación pastoral es de visitar individualmente los miembros para suplir o corregir lo que esté mal. Debe haber una exhortación y esfuerzo para que los miembros de la iglesia asisten, diezmen, oren, y estén activos y participando en la obra de Dios en esta iglesia. Debe ser disciplina de la iglesia en contra de miembros que no se portan dignos de Cristo, y no se preocupan de su mala vida y testimonio.
La buena iglesia se marca por un fervor y dedicación por la oración, y esta oración es actualmente como hacen el ministerio. Todo que hacen es planeado en oración, y las oraciones apoyan sus labores momento por momento. La buena iglesia pone como el centro de sus servicios la predicación y enseñanza de la palabra de Dios. Esto debe ser de exposición, o sea, de leer actualmente versículos de la Biblia y explicarlos, y aplicarlos a la vida (Neh.8:8).
Las Marcas Malas
Pretensión de hacer grandes obras para Dios. Mateo 24:24-25 marca los falsos por su jactancia de hacer “grandes señales y prodigios.” Los verdaderos hombres de Dios son como Cristo, humilde y manso[4], y nunca encontrarás jactancia, arrogancia, u orgullo[5] en ellos o sus iglesias.
Pablo avisó (Hechos 20:28-30) a los ancianos de las iglesias de la presencia de malos que son como “lobos rapaces” que (1) no perdonan, (2) hablan cosas perversas (de tercer, distorsionar la verdad) y (3) con el fin de arrastrar tras sí a los discípulos. Pedro avisa igualmente (2 Ped. 2:1-3) sobres estos que introducirán herejías destructoras (cosas que dividen a los hermanos). Pedro les marca por causar mala fama hacia el nombre de Cristo por lo que hacen, y que sus motivos son avaricia. Eze. 34 también describe malos pastores como gente cruel, mala, y aprovechadora, que espantan y esparcen las ovejas en lugar de recogerlas. Además te usan para sus fines de avaricia (no se conforme con un salario justo, sino que buscan el lucro[6]). Su marca es con astucia de usar palabras “fingidas”, o sea, pláticas moldeadas para lograr sus fines. Otra marca es su mano fuerte en dominar[7] en lugar de ser ejemplar. Los líderes de una iglesia buena son ejemplos de Cristo[8], especialmente el pastor. Quienes que no son ejemplares, son nuevos convertidos o gente bajo disciplina.
La Comunidad de la Iglesia
Dios no hizo nuestra salvación en un vacío. Cuando Jesús nos salva, nos hace parte del grupo de los redimidos, (Jesús la cabeza que manda, y los miembros el cuerpo que obedece). Ningún miembro es solo, sino que hay una unión y relación entre sí que nutre a todos, y cuida a todos. En un cuerpo, los miembros son lo que mantienen sano y vivo uno al otro. En nuestra salvación, la base de nuestra incorporación es porque amamos[9] a Cristo nuestro Salvador. En Mateo 25:31-46 Jesús nos explica que las personas realmente salvas son las personas que sirven a Cristo por servir a sus hermanos en Cristo. Esto es la marca de personas salvas. 1 Juan 3:14 “Nosotros sabemos que hemos pasados de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.” No hay marca mejor de una comunidad de verdaderos salvos que el abundante amor entre ellos, sirviendo uno al otro en amor, haciendo la obra de Dios entre sí. Una buena iglesia es una bendición de Dios. Encuentra una, y da gracias a Dios por ella. Apóyala con todo que puedes.
[1] Mateo 7:21-23
[2] 2 Cor 11:13-15 los falsos apóstoles y obreros fraudulentos se disfrazan como apóstoles de Cristo,
[3] Edificación es espiritual. Por esto significa la presentación de explicaciones de pasajes de la Biblia para que las personas cambian sus vidas a conformarse con la voluntad de Dios.
[4] 2 Corintios 10:1 nuestras armas son la mansedumbre y ternura de Cristo, no “con dureza y violencia” Eze 34:4, Jer. 23:1-4; Isa. 40:11.
[5] Estos son la carácter exacta de Satanás Isaías 14:12-14; Eze 28:2; 2 Tes. 2:4 y es la forma de obrar los siervos del Diablo. Prov 8:13 Jehová aborrece la arrogancia.
[6] Eze 34:2-3; Isa. 56:11; 1 Tim. 3:3; Tito 1:7, 11; 1 Ped 5:2.
[7] 1 Pedro 5:2-3 teniendo señorío en contraste con ser ejemplos.
[8] Heb. 13:7; 1 Tim 4:12; Tito 2:6-8; 1 Cor 4:16; 11:1; Fil. 3:17; y 1 Tes. 1:6.
[9] Tenemos una relación con Jesús, 1 Juan 5:11-13.
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