eb042 Dios está en contra de la Arrogancia

eb42 Dios está en contra de la Arrogancia explixa como Dios odia y castiga la arrogancia del ser humano. No llegarán a la salvación.

eb42 Dios está en contra de la Arrogancia explixa como Dios odia y castiga la arrogancia del ser humano. No llegarán a la salvación.

Por David Cox

[eb42] v1 ©2023 www.folletosytratados.com
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1 Samuel 2:3 No multipliquéis palabras de grandeza y altanería; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y a él toca el pesar las acciones.

El Diccionario libre (es.thefreedictionary.com) define la arrogancia como “Una actitud soberbia del que se cree superior y menosprecia a los demás.” Y el diccionario (significados.com/arrogancia) la define así “La arrogancia es el sentimiento de superioridad que desarrolla un individuo en relación con los otros, basado en la falsa creencia de que merece mayores privilegios o concesiones que el resto.” En los dos diccionarios, hay una inflación del valor de uno mismo. Se compara uno con otros, y se piensa que uno es mejor en una forma. Esto es para que se haga valor y para que uno mismo reciba adulación, mérito (ante los ojos de los demás), y trato especial de los demás porque “uno es mejor”. Pero en todo esto, se pierde lo que es uno ante Dios.

Todos somos Pecadores

Romanos 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Romanos 3:10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;

1 Juan 1:8. De ser pecadores no es de decir que sí tenemos fallas como otros, pero yo, al lado de tal persona, soy mejor y entonces Dios me ve con agrado. No. Aunque unos piensan que son “buenos” o que son personas especiales que los demás, entonces otros deben darles gloria y alabanza, simplemente no están comparándose con lo que deben.


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2 Corintios 10:12 Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos.

(De no ser juicioso, aquí significa de ver e investigar más a lo profundo que las apariencias externas. Hay más asuntos importantes  que la vista exterior de un ministro. Su espíritu y relación con Dios, igual su obediencia a la voluntad de Dios, es mucho mayor que la vista externa de la persona o su ministerio.) Cuando una persona trata de “alabarse a sí mismo”, entonces está en error. Su error es de compararse (a sí mismo que tiene pecado) con otro ser humano que también tiene pecado. No están pensando sanamente; no están correctos en “sus pensamientos”. Tienen inseguridad, y, por lo tanto, quieren oír de otros que ellos son buenazos, o que son personas notorias, o personas que los demás deben ver mejores que uno, como que el arrogante es mejor clase de persona. Pero el arrogante es inseguro. Su inseguridad tiene que ver con su relación con Dios, que a la verdad, sigue sus propios deseos, y desobedece a Dios. Ni conoce a Dios moralmente, en su carácter, ni anda en los caminos de Dios. No se esfuerza de ser con el carácter de Dios.

1 Timoteo 1:15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

El chiste no es de promover a otros, para  decirte que “tú eres bueno”, sino de saber lo que Dios quiere de ti, y cumplir con ello. Tu “ego” no entra en la definición de lo que eres tú, sino tu relación de cumplir con la voluntad de Dios, que sepas y entiendas la voluntad de Dios, y que cumplas con ella con ganas y esmero. La persona con la cual tú te comparas para juzgarte bien o mal, es Jesús. Tu meta es de cumplir con la voluntad de Dios, tu llamamiento de Dios para tu vida particular.

El Pecado le Causa a uno a querer “Demostrarse Mejor”

Habacuc 2:4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; más el justo por su fe vivirá.

Cuando uno rehúsa sujetarse a Dios, este carácter dentro de uno se manifiesta por medio de estimarse en una forma. Si no se puede ser contento con saber que se está obedeciendo a Dios, entonces se eleva a otros aspectos de su vida propia como mayor que la voluntad de Dios (el punto es que no acepta lo que Dios dice sobre su vida, entonces en tal punto no va a cumplir, pero en otros puntos sí. Porque esto es entre Dios y uno, y Dios no soporta necios, entonces el arrogante tiene que obtener este aprecio de otros seres humanos si no va a recibir lo aprobado de Dios.)

El buen cristiano tiene la única motivación de que Dios tiene su voluntad, y específicamente su voluntad para mi vida, o mi llamamiento, y no necesita compararse con otros para sentirse el “bien hecho” de Dios Su Amo.

Salmo 40:4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.

1 Pedro 2:15 Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;

El arrogante desprecia a los demás, como inferiores a él para “elevar la arrogancia de si mismo”. La soberbia es una actitud dentro de uno que quiere apuntar y hacerse muy conocido como que el arrogante es mejor que los demás de la humanidad. Pero no se puede quedar quieto. Tiene que oír que bien está él (el arrogante) de la boca de los demás. (Nunca va a oírlo de Dios, el arrogante ya sabe esto.)

¿De qué atributa Tu Valor Real?

Efesios 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

El asunto es más profundo de lo que piensas realmente. Dios nos quita toda base de jactarnos sobre aun lo más importante, nuestra salvación. No tenemos “bien” dentro de nosotros, ni hemos hecho nada “bueno” por lo cual le cause a Dios aceptarnos. Nuestro buen estado de ser salvo es un resultado totalmente de un regalo de parte de Dios. Creemos en fe lo que Dios dice y nos promete, lo que Dios mismo ha hecho para nuestra salvación, y esta fe nos salva o sea, por esta fe, Dios nos salva. La estima que Dios tiene hacia nosotros es por esta relación con Él, que somos redimidos, y no es de otra cosa. De haber obedecido a Dios en confesar que eres pecador, y arrepentirse del pecado, y creer en Jesús es la única cosa que ve Dios para juzgarnos. Pero lo que es bueno ante los ojos de Dios gira alrededor de nuestra obediencia a la voluntad de Dios. Después de ser salvo, no podemos redefinir lo que es bueno hacer afuera de lo que es la voluntad de Dios. Los cristianos son buenos o malos dependiendo del mismo criterio de la voluntad de Dios como Dios la define. Debemos luchar para agradar a Dios, pero la base está en Dios mismo, en su carácter, porque no hay nada “bueno” en nuestro carácter.

Isaías 64:6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.

Sin querer ser grosero, en el hebreo aquí dice que lo mejor de nosotros es como un trapo de inmundicia, (trapo que una mujer usa al estar menstruando) y entonces es para quemarse o echarse en la basura. Esto es lo mejor de nosotros.

Dios va a bajar a los Altivos

Isaías 13:11 Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes.

Isaías 2:17 La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día.

Isaías 5:15 Y el hombre será humillado, y el varón será abatido, y serán bajados los ojos de los altivos.

Si quieres que te vaya bien en la tierra después que mueres, entonces debes escuchar bien estos versículos.

Proverbios 16:18 Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída, la altivez de espíritu. 19 Mejor es humillar el espíritu con los humildes Que repartir despojos con los soberbios.

Dios es juez de toda la humanidad. Uno se para o se cae frente a Él, en respuesta a cómo Dios te ve de acuerdo con sus reglas y principios. La soberbia y altivez de espíritu son blancos que Dios nos promete que va a destruir y va a “bajar” la “altivez” de tales personas.

La Falla Principal de Satanás

Isaías 14 habla del principio de Satanás cuando falló en su relación con Dios.

Isaías 14:11 Descendió al Seol tu soberbia, 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.

Satanás quiso compararse con Dios, pero como si Satanás mismo fuera mejor y mayor que Dios. Esto es la base del error. Que uno piensa que puede lograr su propio deseo arriba de Dios. No hay lugar para más que una persona que impone su voluntad. Tú tienes que ceder tu vida a Dios, o vas a pelear en contra de Dios (y el resultado es que vas a perder horriblemente).

Solamente por Humillarte frente a Dios

Filipenses 2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.

Pablo nos exhorta por el Espíritu Santo de no tener motivos incorrectos ni tampoco auto gloria que es vanagloria. El remedio para la arrogancia es la humildad. Que uno ponga a los demás como mayores y mejores que uno mismo, que tomes sobre ti la mente de un siervo de estos otros. Te desapareces a ti mismo para dejarles a ellos “brillar” como importantes y gente de valor.

Filipenses 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,

En la eternidad, Dios exaltará a todos los humildes que se sujetaron a Él, a los que le obedecen, que se humillan en la tierra, que son siervos humildes en lugar de personas que brillan a sí mismos.

1 Pedro 5:5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.

Esta actitud de ser humilde a otros es lo que marca a los grandes hijos de Dios.

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