doct068 ¿De dónde vienen las Guerras?

doct68 ¿De dónde vienen las Guerras? Analizando nuestros problemas Santiago nos explicó la fuente de todo conflicto y guerra.

doct68 ¿De dónde vienen las Guerras? Analizando nuestros problemas Santiago nos explicó la fuente de todo conflicto y guerra.

Por David Cox

[doct68] v1 ©2022 www.folletosytratados.com/
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Santiago 4:1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?

Oímos de guerras, luchas, conflictos, y la amenaza de estos muchos en nuestro día. Pero tenemos que entender que todo estos son productos del pecado adentro de nosotros. Analizando bien nuestra alma y lo que dice Dios, encontramos que este problema es en nosotros en una escala menor o mayor, pero ni modo, nos causa problemas. Es mejor de tener nuestra mente bien puesta en relación con esto.

Dios nos manda a Trabajar

Génesis 2:15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.

No se puede mejorar la verdad de Dios. Dios dice claramente que ANTES que entrara el pecado, Dios creó al hombre y el huerto, y Dios puso el hombre en el huerto para que lo labrara. El trabajo es parte de la existencia humana. Todos debemos trabajar en algo. Muchos caen bajo la misericordia de su familia u otros porque no se puede trabajar. Pero, en general, todo ser humano vive por medio del trabajo. Esto es cómo Dios quiere.


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Salmos 128:2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien.

Eclesiastés 3:13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.

O sea, adentro de este cuadro de trabajar, y luego gozar del fruto de estas labores, hay un principio espiritual de Dios obrando. La bendición de Dios está en consumir lo bueno que tú mismo has provisto por tus labores.

Eclesiastés 5:18 He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. 19 Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios. 20 Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón.

Igualmente hay una maldición sobre los que consumen cosas por ganarlas en mal forma (robar, transar, o en obtenerlas otra forma ilícita).

La Oración es Cómo

Santiago 4:1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

O sea, el problema es que queremos, pero no pedimos a Dios. No pedimos porque Dios nos refiere a nosotros atrás a Genesis 2:15.

Dios nos da la solución muy fácil. Orar. Pedimos a Dios. Pero aun las cosas de esta vida, tenemos que tratar con Dios en la forma de averiguar que los motivos por nuestros deseos, aun nuestras peticiones en oración a Dios son válidas. No queremos para disfrutarlo en una mala forma o por un motivo malo.

En muchos casos, deseamos por envidia. Vemos otros con lujos y queremos igualmente. Pero la solución de trabajar honestamente y luego comprarlo no es aceptable para nosotros. En una forma queremos “robar” o tomar por fuerza de los que tienen para dar a mi que no tengo. Una nación ve que otra nación tiene recursos naturales y codicia a ellos, y luego hace invasión de país para robarles y apropiarlos a ellos mismos. ¿No es esto la base de estos conflictos en escala individual, dos personas, e igual dos naciones? Es la misma naturaleza humana funcionando atrás de los dos hechos. No aprendemos como refrenar a nuestras codicias, y obtener lo deseado en formas legitimas. Guerra y conflicto es la consecuencia.

¿Estamos al Fin, entonces?

Mateo 24:6 ​Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.

La respuesta es simplemente que la presencia de guerras, conflictos, y contenciones entre las naciones no es necesariamente el fin de los tiempos. Al contrario, esto es normal en cómo el ser humano vive. Hay tiempos de guerras, y hay tiempos de paz.

Eclesiastés 3:8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.

Está llegando a ser su tiempo cuando hay precursores a la guerra, o hay guerras. Es su tiempo. Como cristiano, nuestra vista tiene que quedarse fijo en Jesús, nuestro Salvador, y porque hay guerras no es decir que es el tiempo de su regreso. Entones no debemos ser ansioso.

No Debemos Tener Afán

Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Dios va directamente al corazón del asunto. No preocupes sino haz tus oraciones a Dios. En lugar de ser afanoso, debemos orar más y más para lo que quieres o necesitas, y no luchar por conflicto de conseguirlo ilícitamente.

1 Pedro 5:7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

Simplemente debemos tomar consuelo en el hecho que Dios está cuidando de nosotros. Para los que no quieren trabajar honestamente, las cosas van a ser difíciles. Pero trabajando, no hay que preocuparse.

Salmos 16:2 Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti. Si tenemos esta relación con Dios de ser su hijo, ¿qué más que esto necesitas?

Sé Contento

Filipenses 4:11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 ​Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

El cristiano es una persona que es contento. Mientras que lucha mucho para sobrevivir, es contento con mucho o poco que logra. No es una persona dada a codicias. Dios condena al codicioso, entonces cristianos mantienen su deseo adentro de lo que es aceptable delante del Señor.

Hay una forma de ser cristiano y pobre. Aunque Dios no te ve digno de tener mucho, honras a Dios por todos modos. Le honras por dejar su estimación en tu caso ser supremo. Acéptalo.

No acercarse a ser Avaro

Hebreos 13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;

Lo que nos da este contentamiento es el hecho que Dios me ama, y nunca va a dejarme. Siempre va a estar trabajando para cumplir con mis necesidades.

Lucas 12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

Eclesiastés 5:10 El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.

La avaricia es idolatría enfocada en posesiones, que el bienestar de uno depende principalmente en cuanto que tienes, especialmente en hacer igual riquezas con bienestar. Entonces avaricia es el opuesto del ser contento.

1 Timoteo 6:6 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; 7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

En lugar de entrar en peleas y luchas de base de riquezas, dinero, y posesiones, debemos ser gente simple de contentarnos. Con comida y abrigo, debemos ser satisfechos.

Esto no es flojera, porque también debemos ser muy buenos trabajadores. Pero trabajando bien, con lo que esto nos da, somos contentos y felices con ello.

Encontrando el balance

Proverbios 16:8 Mejor es lo poco con justicia Que la muchedumbre de frutos sin derecho.

Proverbios 28:6 Mejor es el pobre que camina en su integridad, Que el de perversos caminos y rico.

Un cristiano es una persona con buena vista de la realidad de la vida. Estamos en este mundo por un corto rato, y después vamos al cielo. En el cielo, no aquí en la tierra, pero en el cielo, Dios va a darnos nuestro galardón. Estos premios van a durar por la eternidad, y van a ser muy, muy buenos. Entonces no valoramos las cosas de esta vida, porque todos en todos casos van a perder todo de este mundo cuando mueren. Nadie va a llevar riquezas o posesiones de este mundo con ellos al cielo.

La excepción a esta regla es lo que es hecho por Cristo, vas a recibir algo justo por ello. Ganas almas a Cristo, ellos van contigo.

Si todo de este mundo vamos a perder, ¿Por qué afanarse tanto por conseguir o mantener estas cosas temporales?

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