El Hades-Seol, el Paraíso, y Tártaras
Por David Cox
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Los temas del castigo y juicio son mencionados unas 234 veces en los 264 capítulos del N.T., y sepamos más sobre el infierno por medio de Jesucristo que cualquier otro. Ocupó un lugar importante en la mente de Jesús, y avisó a quienes que les escuchó para que ellos eviten tal lugar y el castigo que en ello hay.
El “Seol” y el “Hades”
El Seol es el lugar de “tinieblas y sombras de muerte” Job 10:21. Mientras la muerte separa la persona del mundo de los vivos, pero para los salvos es una reunión con los muertos conocidos (Gén. 15:15; 25:8; 35:29; 37:35; 49:33; Núm. 20:24, 28; 31:2; Deu 32:50; 34:5; 2ª Sam. 12:23) y con Dios. El AT habla del “Seol” como “el lugar de los muertos”, y nunca usa esta palabra para el “sepulcro” donde están los cadáveres descomponiéndose normalmente (Números 16 para la excepción de Coré). “Seol” significa en hebreo “demandar”, y probablemente viene del concepto que es el lugar que demanda la presencia de cada ser humano sin excepción (Heb. 9:27). Nadie puede escapar la fuerza de la muerte. “Hades” viene de un conjunto de palabras, “no” y “visto”. El Seol o Hades es el mismo lugar, y es un lugar temporal. Antes de la resurrección de Jesús, hubo dos tipos de personas en el Seol, los redimidos y los inconversos. Los tres compartimientos (Pro. 7:27 “las cámaras del Seol”) son: el Paraíso (para los salvos), el abismo o el Infierno (para los inconversos), y el Tártaras (para los demonios). Probablemente el concepto de un abismo o pozo tiene algo de ver con un sentir de caerse en aquel lugar, o cuando alguien es afuera de control de sí mismo.
“Hades” es una palabra solamente en el Nuevo Testamento que corresponde al “Seol” del A.T. La Septuaginta (la traducción del A.T. al griego que usaron los autores del Nuevo Testamento) usa la palabra “hades” para el hebreo “Seol”. Hades es una palabra distinta que la palabra “muerte”. Los griegos en su mitología dividieron el hades en dos lugares, el Elisium, o el lugar de los buenos, y el Tártaras, el lugar de castigo para los malos. Anotamos que esto es muy parecido a lo que Jesús enseño en la historia de Lázaro y el hombre rico Lucas 16:19-31 nada más que Jesús usó los nombres “seno de Abraham” (un lugar de placer) y “Hades” (un lugar de tormenta).
Rebelión de Coré –Números 16:30,33 hace el comentario sobre los rebeldes de Coré, que “Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol… descendieron vivos al Seol, los cubrió, la tierra, y perecieron.” De esto relato, debemos entender que Seol no es nada más la muerte, sino una existencia continuada después de la muerte física donde hay extremo sufrimiento para algunos (Prov. 15:24). Sin duda la Biblia presenta un lugar de castigo y tortura física y real. Antes de la resurrección de Jesucristo, los salvos se fueron al seol después de la muerte (Gén. 37:35; 42:38; 44:29, 31), a la cámara que se llama el paraíso (Lucas 23:43) o el seno de Abraham (Lucas 16:22). Sabemos que Jacobo es un creyente, pero vemos que Jacobo entendió que iba al Seol (Génesis 37:25, 42:38; 44:29; 44:31) aun que claramente esperaba en la salvación de Dios. David en Salmo 16:10 afirmó su convicción que Dios no iba a dejar su alma en el Seol. Job quiso ir al Seol para librarse de la tormenta que Satanás estaba haciéndole en la tierra (Job 7:9-10; 11:8; 14:12-13; 17:13, 16; 21:13; 24:19; 26:6). Para el creyente del A.T., el Seol no era un lugar de tormenta entonces. Hasta la resurrección de Jesús hubo tres cámaras o departamentos en el Seol-Hades que se llaman el paraíso (que era un lugar de agrado para los salvos), y otro lugar que se llama Gehena, el abismo, pozo, o infierno en el N.T. (que era un lugar de tormenta), y Tártaras. Jesús avisó al ladrón en la cruz que aquel mismo día iban los dos al paraíso (Lucas 23:43), y sabemos que después de su muerte Jesús se fue al Seol-Hades (Hechos 2:24, 27, 31; Salmo 16:10; Hechos 13:33-39). De esto concluimos que el paraíso en este punto se ubicaba en una parte del Seol-Hades. Después de la resurrección, hay solamente el lugar de los demonios (Tártaras) y el infierno o gehena (el pozo o abismo) en el Hades-Seol, y por eso Hades llegó de ser sinónimo con el lugar de tormenta. De Lucas 16 vemos el infierno y el lugar de placer muy claramente, y que hay un gran sima (un gran espacio o golfo) entre los dos lugares que impide el traspaso de personas de un lugar al otro.
El Pozo, Abismo, Infierno
El “pozo” y el “abismo” son palabras del A.T. que representan el lugar de tormenta en el Seol, que es un lugar real que es espantoso. Jesús lo describió con palabras bien tenebrosas para motivar a los hombres de evitarlo a cualquier costo (Mat. 5:29-30; 10:28; 18:9; 23:33; Marcos 9:43-47; Lucas 12:5). El lugar fue creado por Dios para castigar a Satanás y sus demonios (Mat. 25:41; 2Pe 2:9) y Dios tiene que engrandecerlo para cada ser humano que se va a allí (Isa 5.14; Habacuc 2:5). Pero aun nunca se sacia, es “tragón” (Prov. 27:20; 30:15-16).
El infierno – El infierno (Gehena en griego) viene de las palabras valle (“Ge”) y “Hinom” un nombre, y es el nombre de un valle actual en Israel, que tiene barrancas muy empeñadas. En 2 Crónicas 33:6, el Rey Manasés se hizo a Israel de pasar a sus niños por el fuego (sacrificio humano) en adoración al dios Moloc. Después lo odiaban, y lo usaron para cosas inmundas, como para tirar basura, animales muertos, los cadáveres de los extranjeros y criminales muertos. Pusieron a fuego siempre allí para quitar el olor. La Biblia siempre habla de Gehena como abajo y adentro de la tierra (Job 11:8; Lucas 10:15), y es aun allí abierto a los ojos de Dios (Job 26:6; Salmo 139:8,11; Prov. 15:11; Hebreos 4:13). Los malvados y los que se olvidan de Dios están allí (Salmo 9:17), con los fariseos (Mateo 23:33), y los hipócritas (Mateo 24:51). Es el lugar de juicio y condenación (Mateo 23:33; 25:46).
Las torturas del infierno – son reales y intensos como lo vemos en Lucas 16:24. Hay dolor intenso (Job 26:5). Las personas en el infierno tienen todas sus capacidades mentales, sentimientos físicos, y sus conciencias. Es una prisión donde uno no tiene libertades sino que uno está detenido bajo las leyes de allí (Salmos 116:3; 118:5). No hay descanso allí (Apoc. 14:9-11). Hay un fuego actual (Mateo 5:22; Lucas 16:23) pero los cuerpos no son consumidos por este fuego. Causa el dolor pero no se acaba o termina nunca. Hay azufre que es actualmente brea como chapapote (Isaías 34:8-10; Apoc. 14:10; 19:20; 20:10; 21:8). Hay el crujir de dientes que significa grande angustia y dolor (Mateo 13:42; Lucas 16:24). Hay el lloro (Mateo 13:42) que es una expresión de angustia o dolor. Hay gusanos que comen el cuerpo para la eternidad (Marcos 9:47-48). Sobre todo es un lugar no deseado por los que están allí (Mateo 5:29-30; 18:8-9; Lucas 16). Además parece que hay niveles de castigo Mateo 10:15; 11:22, 24; Lucas 10:12, 14; 20:47).
Tártaras
El tercer cámara de Seol parece de ser Tártaras, y se menciona una sola vez en 2ª Pedro 2:4 donde dice que los demonios están ahora allí en prisiones esperando su juicio. En Apocalipsis 6:8 Dios va a librarles por un rato para atormentar a los seres humanos antes de los eventos finales.
La Finalidad de la Muerte
El hombre es dado un poco de tiempo sobre la tierra (Job 7:1-3), y en Hebreos 9:27 dice “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.”. Job 7:9,10 dice “el que desciende al Seol no subirá; No volverá más a su casa, ni su lugar le conocerá más.” Antes de la muerte es la única oportunidad para evitar el lugar de castigo (Sal. 9:17, Ezequías 31:16) por aceptar a Jesús.
El por venir
Estos lugares son temporales esperando al juicio de Dios (Job 21:29-30), porque en Apocalipsis, dice que Dios va a vaciar el infierno (Gehena) delante de Él en el Gran Trono Blanco para juzgar a las naciones (Apocalipsis 20:13). Entendemos que “naciones” refiere a los inconversos. Después de este juicio, Dios echará a todos ellos en el lago de fuego (Apoc. 20:14; 21:8), que entendemos que es peor que el infierno, y es un lugar de tormenta física también, y desde allí, sí va a ser para siempre y permanente, tiempo sin fin.
El Cielo – Lugar de Placer y Dios
Recordamos que vida empezó con Dios en un huerto. La palabra persiana “paraíso” viene de los reyes del oriente que hicieron un huerto protegido y cultivado para sus placeres. Salomón tuvo unos famosos huertos con abundante agua, un símbolo de lujo y recreo en las tierras áridas. Isaías 51:3 y Ezequiel 36:35 hablan del huerto del futuro Israel. Jesús lo usó “paraíso” en Lucas 23:43 (ladrón en la cruz que se arrepintió) como fuera algo entendido entre ellos y que no necesita explicación. Apocalipsis 2:7 dice “Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.” Entonces al final del tiempo los salvos irán a estar con Dios en “el paraíso” otra vez.
También los del Antiguo Testamento tuvieron un concepto de una resurrección de justos y de injustos (Óseas 13:14; Isaías 14:9), y entonces el Seol era un lugar temporal hasta este tiempo. Jesús también enseñó claramente que vendrá dos resurrecciones, una de los salvos para la vida eterna, y otra de los inconversos para juicio y condenación (Juan 5:28-29).
Jesús entre su muerte y resurrección
En el A.T. el paraíso era una cámara del Seol donde Jesús se fue después de su muerte (Efesios 4:8-10; Hechos 2:24, 27, 31; Salmo 68:18; Isaías 42:7) para predicarles (1ª Pedro 3:19) o explicarles explícitamente los detalles de la salvación que ellos esperaban. También Jesús afirmó que el día de su muerte el ladrón iba a estar con Él en el paraíso (Lucas 23:43), pero en Juan 20:17 inmediatamente después de su resurrección no había subido al cielo a ver el Dios el Padre todavía. Entonces después de la resurrección de Jesucristo, se fue al Paraíso, una cámara en el Seol-Hades, y luego llevó consigo a todos del paraíso con Él al cielo. También cuando resucitó Jesús, muchos muertos del A.T. se resucitaron con Jesús y caminaban la tierra Mat. 27:52-53.
Luego Pablo menciona claramente que “subió” al tercer cielo, al paraíso (2ª Corintios 12:2-4). El primero cielo es la atmósfera de la tierra, el segundo es donde radican el sol y las estrellas, y el tercer cielo es donde radican Dios y los ángeles. Después de la resurrección de Jesús, la Biblia presenta que los cristianos van directamente al cielo con Dios cuando mueren (Fil. 1:23 “estar con Cristo”; 2ª Cor. 5:6-8 “ausentes del cuerpo y presentes al Señor”; Hechos 7:59).
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