cp111 La Oración Ejemplar de Jesús Mateo 6:9-15

cp111 La Oración Ejemplar de Jesús Mateo 6:9-15 estudia la oración ejemplar que Jesús dio para enseñar a sus discípulos como orar.

cp111 La Oración Ejemplar de Jesús Mateo 6:9-15 estudia la oración ejemplar que Jesús dio para enseñar a sus discípulos como orar.

Por David Cox

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Mateo 6:9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Mateo 6:10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

Mateo 6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Mateo 6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

Mateo 6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Mateo 6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; Mateo 6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Jesús dio a sus discípulos esta oración ejemplar para que podamos aprender e imitar, cumpliendo correctamente con la oración como Dios quiere en nosotros. Si comparamos esta oración de Jesús con la oración normal de los cristianos hoy en día, notamos que su enseñanza sobre la oración no se enfocaen el obtener cosas,en la preocupación de la salud, o en que Dios intervenga en situaciones de la vida de uno para aliviar el estrés que tenemos. Aunque se vale de orar por ellos pero el enfoque está en la relación entre la persona y Dios. Comunión con Dios que brinda soluciones a la vida.

Padre nuestro – Dios se proclamó de ser el Padre del pueblo de Dios en Éxodo 4:22 Israel es mi hijo”, y Dios le amó como Su hijo (Jeremías 31:9 soy a Israel por padre”; Osea 11:1)

Prohibiciones en la Oración

Mateo 6:7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.

Vimos en los dos sermones de Mateo 6 y 7 que Jesús estaba atacando a los falsos, a los hipócritas, tanto a los inconversos que presumen de ser salvos que a el falso profeta, maestro de falsa doctrina. Todos usan la religión, a los hermanos, y a Dios para sus propios propósitos, no como Dios quiere que sean las cosas. Vienen a orar entre los hermanos para lucir su espiritualidad mientras que son podridos moralmente. Los fariseos quisieron llamar la atención a ellos mismos.

Fueron culpables de vanas oraciones (jactándose y no buscando el favor de Dios, queriendo ellos lucir frente a otros como si estuvieran muy cerca a Dios) y vanas repeticiones. Una vana repetición es algo mecánico, no del corazón. No con sinceridad. Es roto casi memorizado como de decir el rosario para un católico. En Mateo 26:44 dice “Jesús oró tres veces diciendo la misma cosa. La diferencia es que tuvo sentimiento cada vez.” El problema no es de orar por algo, y luego orar de nuevo por lo mismo, sino de decir palabras fingidas, que no son sinceras. Pensaron que por su palabrería serian oídos, o sea, por el número de repeticiones serán oídos. Si 50 veces no funciona entonces repetirlo cien veces.

La Oración no es de Informar a Dios

Mateo 6:8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. 

Si Dios ya sabe de antemano ¿por qué oramos? La oración no es de informar a Dios algo que no sabe. Igualmente, no es de informar a Dios de nuestras necesidades. La oración es una expresión de nuestra relación con Dios y de meter a Dios en nuestras vidas.

Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

O sea, la oración es lo que un cristiano hace en lugar de preocuparse. La carga de la necesidad o situación es transferida a Dios en lugar de estar preocupándonos nosotros. Nuestra fe en Dios es que Él hace Su voluntad en nuestras vidas, y estamos contentos con lo que Él decide.

Llevamos nuestras necesidades y deseos a Dios (1) para que podamos verlas como Él las ve, juzgar hasta qué punto son egoístas o caprichosas, hasta qué punto están en armonía con Su voluntad; (2) para que podamos, en el pensamiento de esa Presencia y su infinita santidad, sentir que todas las demás oraciones, aquellas que no son más que la expresión de deseos del bien terrenal, o liberación del mal terrenal, son de infinitamente poca importancia comparadas con la liberación de la pena y el poder del pecado que hemos hecho nuestro; (3) para que, conscientes de nuestra debilidad, podamos ganar fuerza para el trabajo y el conflicto de la vida en comunión con el Eterno, quien es en verdad un Poder que produce justicia’”. Ellicott

El punto de este pasaje en Mateo 7 es que alineamos nuestras vidas con la voluntad de Dios, no pensando nada más en el bien de nosotros, sino en el trabajo de Dios de alcanzar al mundo, y de apoyar a los hermanos. Todo esto da gloria a Dios.

La Oración es de Santificar el Nombre de Dios

Mateo 6:9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

¿Cómo es esto? Dios es nuestro Padre, en que nos cuida y nos provee. Pero como entre padre e hijo, la parte del hijo es de amar al padre, y obedecerlo. Éxodo 4:22 dice “Israel como su hijo, su primogénito”, y ver Jeremías 31:9. Hemos tenido impuesto ideas como Santa Claus o el gobierno quienes nos da todos nuestros deseos nada más porque sí. Pero así no es. Entre padre e hijo, hay una relación de amor entre los dos, y de pedir sin compartir la vida, sin amar el uno al otro, no funciona. El padre se hace sordo cuando el hijo no le respeta.

La idea de una paternidad ultrajada subyace en los reproches de Isaías (Isaías 1:2) y Malaquías (Malaquías 1:6). “Tú, oh Jehová, eres nuestro Padre” (Isaías 64:8) “fue el refugio de Israel contra la desesperación.” Ellicott

Malaquías 1:6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros…

El problema con que “la oración no funciona” o “que es rota”, no es correcto. Sí funciona, pero solamente cuando la persona tiene buena relación con Dios. La mayoría ni son salvos, ni si son salvos, no tienen buena relación con Dios. Quieren como un Santa Claus y no un Padre Eterno, sabio en sus caminos y exigencias de nosotros.

El primer principio en entender la oración es que la oración no es nada más pedir cosas de Dios. Es el nombre de Dios, que sea glorificado por nosotros. ¿Cómo? Por Su voluntad que se cumpla en nuestras vidas. ¿tendremos necesidades en el cielo? No. ¿Por qué Dios no hizo nuestras vidas así sin necesidades, sin enfermedades, con deseos siempre cumplidos desde el principio? Porque solamente como es ahora podemos elevar a Dios sobre nosotros y dar la gloria a El. O sea, hay una dinámica en esto, Dios permite que tengamos necesidades y deseos, para que le busquemos por nuestra relación con Él. Lo que sí, no funciona nada, es cuando quieres y exiges sin ver tu relación con Dios, entonces Dios no te concede tus oraciones, y la mayoría hace un berrinche, tirados en el piso gritando groserías hacia su Padre celestial.

Juan 12:28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. Mateo 7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Mateo 7:8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Mateo 7:9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? Mateo 7:10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Mateo 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

El problema es de no buscar, pidiendo a Dios. Pero envuelto en este problema es la falta de reconocer que la voluntad de Dios es superior a cualquier deseo que podemos imaginar, o ingeniar. La fe que nos salva tiene que llevarnos hasta la eternidad. Esto es que confiamos en Dios (teniendo fe en Él y en Su superioridad), y tenemos que ponernos completamente en Sus manos aunque no sepamos como va a terminar para nosotros. Simplemente, confiamos totalmente. Esto es fe. Esto es lo que nos causa ir bien al final de todo.

Trayendo Su Voluntad a Mi Vida

Mateo 6:10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

¿Cómo debemos orar? Así es la clave, el secreto. Por tus oraciones a Dios (pláticas con Dios) tú ajustas tu vida, tu entendimiento, tus metas, tus deseos, todo de tu vida a la voluntad de Dios. Muchas veces, pedimos a Dios, “Quiero esto”, y Dios contesta que no. Buscate porque Su repuesta es “no, o esperar un tiempo, o que no, voy a resolver la situación con otro fin.” La oración perfecta es de encontrar la voluntad de Dios y desear esto. Que Su reino se baja del cielo y mora dentro de mi.

Pero no era, como los reinos del mundo, uno que se basaba en el despotismo del poder, sino en el reconocimiento de la justicia. Ellicott Y por eso oramos para que “venga” en su plenitud, para que todos los seres creados puedan poner su voluntad en armonía con la voluntad de Dios. Ellicott

Supone que incluso la voluntad de Dios depende en parte de nuestra voluntad y que no se hará a menos que así lo pidamos. Ellicott

En cierto sentido, la voluntad de Dios, que es también la ley eterna, debe cumplirse; pero una cosa es que esa ley actúe sometiendo todas las cosas a sí misma, y otra es que ponga todas las voluntades creadas en armonía consigo misma. Ellicott

La oración nos eleva a la región del pensamiento en que dejamos todo lo que concierne a nuestra vida terrenal en manos de nuestro Padre, sin pedirle ni siquiera el suministro de sus necesidades más simples, buscando únicamente que Él sostenga y perfeccione la vida superior de nuestro espíritu. Ellicott

Resumen

Hebreos 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Dios quiere que le veamos a Él con confianza y hagamos comunión con Él, pero también para platicarle todos nuestros problemas, necesidades, y deseos. Pero el punto de la oración que Jesús enseñó es que a fuerzas tenemos que estar escuchando a Dios y cambiar conforme a la voluntad de Dios ANTES que Él realmente nos haga caso. Esto es la clave extremadamente necesaria en encontrar el propósito de la oración.

1 Tesalonicenses 5:17 Orad sin cesar

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