¿Elegidos a la Salvación o a la Perdición?
Romanos 9:6-24
[calv05] Por David Cox v1.1 © 2011
http://www.folletosytratados.com
Se puede fotocopiar e imprimir libremente este folleto
__________
Los calvinistas han inventado muchas doctrinas alrededor del concepto de la elección y la predestinación, creando muchas conclusiones sin base bíblica (solamente en especulaciones) y tratando de imponer estos conceptos en el concepto bíblico de la “gracia”. El concepto bíblico de la gracia no tiene todo esto en ello, pero ellos van aumentando e inventando para defender su herejía.
Uno de los pasajes que se convence más a la gente de creer en “las doctrinas de gracia” del calvinismo es Romanos 9:6-24. Según lo que los calvinistas nos presentan, este pasaje es el pasaje bíblico más fuerte que enseña que Dios ha escogido unos a la salvación y otros a la perdición antes que se nacen.
La palabra “elección” es usado en versículo 11, pero el pasaje no está hablando sobre la salvación de Jacob y Esaú, sino su parte en la línea del Salvador como servidor de Dios, lo cual es muy diferente que la salvación. Es probable que Esaú fue salvo después de todo.
[download id=”6915″]
Romanos 9:6-24
Rom 9:6 No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, 7 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. 8 Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes. 9Porque la palabra de la promesa es ésta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. 10 Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre 11 (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), 12 se le dijo: El mayor servirá al menor. 13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. 14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. 15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. 16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. 18 De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. 19 Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? 20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? 21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? 22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria
Observaciones Preliminares
Pablo distingue entre un Israelita según la carne, y según la promesa. La promesa no era a todo judío sin respeto, sino la promesa de Dios se aplicó solamente a los descendientes de Abraham quienes creyeron en la promesa (ejercitaron la fe), y vivieron respeto a esta promesa. Claramente el contexto no es la elección a salvación de Jacob y Esaú, sino Dios eligiendo unos para servirle en una forma, versículo 12, “el mayor servirá al menor”. De inmediato, Dios hace el comentario, “A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” (v13). Es como Aarón y los Levitas que fueron escogidos o elegidos por Dios para servir como sacerdotes, y los demás tribus no. Judá fue elegido para proveer los reyes sobre Israel, y los demás no. Servicio no es lo mismo de ser salvo. Por ser escogido especialmente por Dios para servirle, no es de decir que los demás tribus no fueron salvos, y hasta es posible que Esaú fue salvo.
Pablo habló de los hijos verdaderos de Dios y los otros hijos de Abraham que no fueron hijos de fe, descendientes sí, pero verdaderos hijos de la misma fe no. La mención de Esaú (Mal. 1:1-6) parece que él es reconocido por menospreciar a su padre (la promesa que su familia gozaba), y Dios menciona a Esaú varias veces en la Biblia siempre en este contexto. Toda la enseñanza de la vida de Esaú es que Dios vio desde la eternidad el desprecio que Esaú tuvo hacia su primogenitura (la importancia de la promesa de Dios a su familia), y Dios le aborreció por esta falta de estima que manifestó Esaú a la herencia de su padre. Desde este punto Dios no va a permitir que la persona se establece. Dios comenta diciendo… Mal. 1:6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre… (compare Mal 1.2-3). Heb. 12:16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.
La mención de Jacob en el contexto de “elección” sí está en Romanos 9, pero no es una presentación clara de la doctrina de elección, y por sí, ni aun habla tan directamente sobre la elección del pueblo de Dios. La frase, “Jacob amé, y Esaú aborrecí” no ocurre en el relato en Génesis, sino después en Mal. 1:2-3. Después que había actuado, Dios le aborreció, y entonces hizo el comentario. En Génesis no hubo trato del destino eterno entre los dos hermanos, sino servicio y dominio. Igualmente la posición de Jacob (Israel) de ser el pueblo de Dios para los propósitos de Dios (hace la obra de Dios), es sin mérito del parte de Jacob. En Josué 24:2-4, Dios habla muy claramente de las promesas de Dios para Abraham, Isaac, Jacob, Y ESAÚ como si Esaú fuera incluido en las promesas de Dios igualmente a los tres otros patriarcas. Aunque Esaú menospreció su herencia espiritual, a la vez, buscó la bendición de su padre aun.
Heb 11:20 Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras.
Es claro que Esaú recibió una bendición espiritual aunque despreció esta herencia en el principio. En Deu 2:5, Moisés respetó la herencia de Esaú, y les llamó a su descendencia “nuestros hermanos” Dt 2:8; 23:7. Aunque Dios se fastidió con los Edomitas luego por su desprecio, no indica nada sobre la salvación de Esaú. Usa el mismo lenguaje en contra Israel en Mal. 1. (Compare Sal 78:59 Lo oyó Dios y se enojó, Y en gran manera aborreció a Israel.) El regaño de Dios para Israel era sus acciones incorrectas en la vista de Dios causará la misma ruina a Israel que pasó con los hijos de Esaú. Igualmente, en lugar de castigar inmediatamente a Esaú por despreciar a su herencia, le aguantó para demostrar la clemencia y misericordia de Dios. El punto de Dios en usar Jacob y Esaú como ejemplo, igual Isaac e Ismael no es de indicar el estado eterno de cada uno, sino de ver que Dios maniobró para hacer Su voluntad, ni modo que sean paganos o creyentes.
Los Vasos de ira para destrucción
En Romanos 9:22, Pablo menciona Egipto como un “vaso de ira para destrucción”, pero otra vez, el contexto no era salvación de individuos, sino de levantar una nación protagonista (Israel) y otra nación como antagonista o destructora en su contra (Egipto). Dios levantó a Egipto para demostrar Su gloria por ello Rom 9:17. Ni todos en Egiptos se fueron al infierno, ni todos los Israelitas al cielo. La obra era para manifestar la gloria de Dios, y no una elección a perdición de sus almas sin remedio. Mención de Egipto y Israel aquí es de honra y deshonra (9:21).
Dios no hace acepción de personas
Hch 10:34 En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, 2Cr 19:7 Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de cohecho.
El concepto de hacer acepción de personas es de dar favor y prioridad a una persona sin respetar a lo que uno debe. Es un principio repetido mucho en la Biblia (Deu. 10:17; 16:19; 2Cr 19:7; Job 34:19; Sal 82:1-2; Mat 22:16; Luc 20:21; Rom. 2:11; Gál 2:6; Efe. 6:9; Col 3:11, 25; Stg 2:4, 9; 1Ped 1:17, etc.) Por ejemplo, uno hace acepción de personas por ignorar las malas acciones de un hombre rico porque es rico y puedes sacar provecho de él, y de presionar al pobre, porque no te puede hacer nada. Esto es condenado en la Biblia como un vicio y sin justicia en los ojos de Dios. Lo correcto delante de Dios es que debemos tratar a cada persona según sus acciones. Al ladrón metimos en la cárcel, y al justo, le damos alabanza (cada uno según su carácter moral), y no por otros motivos escondidos.
Eze 18:21 Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá.
En la vista de Dios, Dios nos trata según nuestra conducta y corazón (la práctica siendo el fruto del corazón). Esto es como uno tiene que hacer o será acepción de personas. O sea, debemos cuidar “lo que hacemos”, porque Dios no admite personas (quien que sea) que no actúa en la forma que exige Dios. ¿Dónde será elección entonces? Uno merece el infierno, Dios le da. Pero si uno responde y actúa como Dios le dice de actuar (aquí pensamos en arrepentirse de sus pecados, y creer en el Cristo-Salvador) será salvo. Su acciones no le dan mérito para con Dios, sino permite que Dios cumple Su promesa con esta persona. Este cambio no sucede sin Dios influyendo, pero tampoco es atribuido solamente a Dios, sino cada persona tiene que responder individualmente. El calvinista quiere convencer a todos que por su ser elegido, no importa como actúa, y él va al cielo. Dice que nuestra conducta es sin importancia porque somos incapaces de actuar o hacer lo que Dios nos manda de hacer. Por ser elegido, vamos al cielo. Esto es el mismo argumento que usaban los judíos con Pablo, y Pablo desmintió esto. No es cierto. La Biblia condiciona la salvación sobre nuestra acción de arrepentimiento y fe, no en ser elegidos o “preseleccionados”. Por esto Pablo usó el ejemplo de Esaú, que siendo hijo de Abraham, no le permitió ser aceptado si no actuó en fe correctamente estimando la herencia espiritual de su padre. (Ve mi folleto Salv 11 Estimando la Salvación.) La doctrina de la preservación de los santos es muy importante al calvinista, porque reesfuerza su doctrina que las acciones actuales de un supuesto cristiano calvinista no importan. Por ser elegido, puede pecar, y no cumplir con la voluntad de Dios, y todavía irá al cielo.
“Los elegidos”
Esta frase significa «los verdaderos creyentes.» La Biblia no habla de inconversos como “elegidos” pero solamente a “santos”, “redimidos”, y muchos otros nombres para el pueblo de Dios. Es un título para gente que YA HAN CREÍDO EN JESÚS COMO SU SALVADOR PERSONAL. Cuando la Biblia usa esta frase, es para gente que ya son creyentes: Isaías 46:3-4; Rom 8:33; Mat 24:22-23. Es una palabra siempre usada para gente ya gozando de la salvación, no inconversos esperando para ser salvos. El propósito de la elección es para servir a Dios, dejando a un lado todo lo carnal, y buscar todo lo espiritual (“El mayor servirá al menor.” Rom 9:12).
No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes. Los hijos de Dios son los que son salvos, los contados como descendientes son los salvos. No tiene sentido tu intento de desacreditar al calvinismo por esto. Debe haber otros versiculos en donde erraron de aqui a la luna en su interpretación. En este intento de decir que no se está hablando de los salvos, mi amigo tu has errado de aqui a la luna.
Tengo muchos folletos y comentarios en mis sitios sobre el calvinismo. A fin de cuentas el calvinista interpone de su propia cosecha en interpretar la Biblia. No hay nunca una elección a perdición. Hay vasos de gloria y vasos de ira, pero esto estaba hablando sobre el uso (ministerio) del siervo de Dios, y los que oponía a la obra de Dios. A la verdad, la Biblia siempre presenta la salvación es un don de Dios que uno consigue este don (si quiera) por la fe en Jesucristo. Por cualquier mención de elección (que hay muy pocas) hay docenas de lugares que habla de la salvación por la fe. Abraham fue salvo y especial de Dios (elegido) por su fe personal, no porque Dios le eligió y Abraham no participó en su salvación nada excepto pasivo. Dios nos da el ejemplo de Abraham por la actividad espiritual de creer. Siempre esto es lo que salva uno en la Biblia. El calvinista niega los muchos versículos que dicen esto, implicando y jalando de lejos torciendo unos pocos versículos sobre elección, y hace una doctrina principal de elección, denunciando la salvación que ES POR MEDIO DE LA FE DE UNO! A fin de cuentas, el calvinista no tiene el evangelio de Pablo, Pedro, Juan, y los demás siervos de Dios de la Biblia, sino tiene un evangelio que predica como cosa más importante de la vida que es de desesperación. Todo es hecho es concreto, y nadie puede cambiar nada porque la elección a salvación y a perdición antes de la creación no nos permita. Esto no es la esperanza que predicaban los grandes hombres de la Biblia, sino esta predicación era La salvación de Dios por medio de la fe de uno. Si cambias el evangelio, el esencial de la salvación que das, tienes otro evangelio, y eres un hereje. No hay otra posibilidad. Lo siento de ser quien que te dice esto, pero si no cambias tus creencias para regresar al evangelio de la Biblia, no estas salvo. Si la elección es tan esencial en las cosas, entonces ¿por qué ningún evangelista reportó en un evangelio que Jesús enseñó las doctrinas de la gracia (calvinismo como elección es lo que decide la salvación de uno, y la elección es la salvación? Jesús presentó el evangelio a muchos en los evangelios, y en ninguno de estos casos Jesús habló con inconversos sobre la elección, y que ya es decidido su estado y destino eterno (que no pueden cambiar nada). Siempre fue un mensaje de esperanza y la elección del individuo, si escojas hoy la salvación de Dios, serás salvo. Siempre la énfasis es sobre una decisión personal que cada individuo tuvo que hacer, y esta decisión es lo que decide si la persona va al cielo o infierno. No puedes negar la realidad de las Escrituras en estos puntos. Pero cada Calvinista que enseña las doctrinas diabólicas de Satanás (doctrina de Calvinismo) enseña exactamente otra cosa que no sea esta esperanza que Jesús y los demás de la Biblia nos presenta. Me puede negar y denunciar mis argumentos como fueras el Papa bautista, pero tus palabras no tienen fuerza nada en la luz de la Biblia, y cada cristiano que sigue la Biblia en lugar del Papa de Genova (Calvino) va a rechazar el calvinismo para seguir la Biblia.