¿Cómo llegar a ser a un escogido de Dios?
escogido de Dios
[calv04] Por David Cox v1 © 2012
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Se puede fotocopiar e imprimir libremente este folleto
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Pro 12:2 El bueno alcanzará favor de Jehová; Mas él condenará al hombre de malos pensamientos.
Contrario a lo que enseña el calvinismo, el favor de Dios no es algo que tiene todo de ver con Dios y nada de ver con el hombre. Dicen que el hombre es incapaz de alcanzarla en ninguna forma. La Biblia enseña que una persona tiene algo de ver con recibir el favor de Dios o no. Han pervertido la doctrina de la elección de Dios. En su afán de echar toda la humanidad en la esquina de “no merecer la salvación” (y sí es verdad, no merecemos la salvación), han ido demasiado “entusiástico” a concluir que nadie tiene nada de ver con que Dios le bendice.
Un simple ejemplo
Heb 13:16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Primero, el favor de Dios es posible, o sea, que Dios se agrada con nosotros es totalmente posible, y la Biblia presenta esto. Cuando la Biblia habla de que nuestras obras de justicias no valen, es al respeto en CONSEGUIR LA SALVACIÓN, y es cierto que es imposible que llevemos algo a Dios que será aceptable para intercambiarlo con Dios para la salvación. Por esto, entendemos que la salvación es únicamente por medio de la obra de Jesucristo en la cruz. La persona que cree, recibe, o pone su fe en Jesús solo, será salvo.
Segundo, este favor de Dios es responsabilidad de nosotros, o sea, que NO es 100% el capricho de Dios sin nada de ver con que podemos hacer nosotros para entrar en el favor divino. El favor de Dios depende en nuestras acciones y voluntad, y es separado de la salvación.
Tercero, por medio de nuestras acciones de sacrificio y esfuerzo en el área de demostrar el amor fraternal entre los hermanos, esto es lo que agrada a Dios, o nos trae Su favor sobre nuestras vidas. Dios es amor, y cuando imponemos esta moralidad de Dios en práctica porque queremos ser como Dios y agradar a Dios, entonces es por nuestras acciones y actitudes. En esto, Dios indica Su placer, y después de esto, lo hacemos con su ayuda. La fuerza espiritual de Dios nos llena cuando nos sujetamos a la voluntad de Dios.
Con Obediencia encuentras el favor
Pro 8:33 Atended el consejo, y sed sabios, Y no lo menospreciéis. 34 Bienaventurado el hombre que me escucha (a la sabiduría o consejo de Dios), Velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas. 35 Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová.
Lo que Proverbios 8 nos enseña es que si nos dedicamos a buscar y hacer caso al consejo (o sabiduría) de Dios para ponerlo en práctica en nuestras vidas, este alinearse con la voluntad de nos causará entrar en la bendición y favor de Dios. De andar en su voluntad nos trae favor.
Heb 11:5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
Gén 6:8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
¿Qué fue que le agradó a Dios sobre la vida de Enoc? ¿No era porque Dios vio su testimonio y vida con agrado? ¿Qué fue la razón de que Noé encontró gracia ante los ojos de Jehová? O sea, ¿fue por como llevaba su vida, o fue por puro Dios escogiendo a Noé sin respeto a su estado moral? Claro fue como Noé llevó acabo su vida.
Si la Biblia nos indica que se encuentra el favor de Dios por obedecerle e imitarle moralmente, entonces, ¿Por qué los calvinistas quieren atacar este principio espiritual como la base de la vida cristiana? Los calvinistas dicen que todos somos “depravados” y no hay nada nunca que podemos hacer para encontrar el favor de Dios (la depravidad humana). La razón porque enseñan esto es para desanimar a los cristianos de esforzarse espiritualmente para obedecer a Dios con todo su corazón.
2Cr 16:9 Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él.
La Biblia nos enseña, “Animo, esfuérzate cristiano, y pon tus esfuerzos y vida entera en agradar a Dios.” Satanás y los que hablan por él, nos dicen, “Ni modo como te esfuerzas, nada que haces será aceptable o de agrado con Dios, entonces ¿Por qué tratar? Debes resignarte a lo que Dios te impuso, porque no puedes cambiar o mejorar nada.”
¿Cómo es el ser Escogido?
Según el calvinismo, Dios ha seleccionado todos los escogidos en la eternidad pasada, antes que existía algo, y Su elección a la salvación y a la perdición es sin considerar nada qué es, o qué haces. Esto especialmente NO ES Dios usando su “presciencia” (de saber el futuro antes que pasa) si esta persona va a aceptar al Señor como su Salvador o no. O sea, sin usar el conocimiento del futuro, Dios impone Su voluntad en lo del destino eterno a cada individuo sin que tenga algo de ver con esta persona. Uno sí, al cielo, y otro cien, no, al infierno. Cuando llega a su tiempo de nacer, vivir, y morir, cada individuo (según el calvinismo) no puede hacer más que cumplir con el destino que Dios le ha dado. El calvinismo impone un cruel fatalismo sobre toda la humanidad (y a los pobres que siguen al calvinismo), y no hay nada que un salvo puede hacer para rehusar su salvación, ni tiene participación ni responsabilidad cuando acepta al Señor. Lo hace porque Dios pre-programó la persona, y no puede hacer de otro. Los calvinistas también nos quieren imponer que los inconversos que mueren sin Cristo no tuvieron nada de ver con su perdición porque a fin de cuentas, nunca tuvieron “una oportunidad” de recibir a Cristo porque Dios no les pre-programado la salvación en ellos (esto es la elección para ellos).
Eze 18:23 ¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? 32 Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis. 33:11 Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?
Dios claramente nos presenta una decisión de nuestra parte, el arrepentir del pecado y esta acción te invoca Dios a salvarte. No hay trueco aquí. Su voluntad es que no quiere que nadie se pierda. Además, Dios dice que la solución es simple, claro, y adentro de nuestro poder, volverse o arrepentirse, dando la espalda a lo demás, y seguir la voluntad de Dios y será salvo.
Dios no mienta ni engaña
Insistimos en que Dios no mienta, ni engaña (ni presenta una cosa cuando una otra es la verdad o realidad), ni hace promesas o presentaciones que no son lo que se pretenden de ser. El autor de Hebreos toca esto en su argumento, y en Hebreos 6:18, “para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta… Fe es de creer en las fieles palabras o promesas de Dios son lo que nos da esperanza, porque Dios no mienta (Núm 23:19 “Dios no mienta”; 1Sam 15:29; 2Tim 2:13; Tit 1:2). La fe salvadora consiste en el simplemente creer las promesas de Dios (específicamente, las sobre la vida eterna en Jesucristo), y la perdición es el no creer en ello, ni confiar en Dios. La Biblia indica salvación gira alrededor de una decisión que hacemos.
1Jn 5:1 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios.
Dios declara simplemente y claramente, que el creer que Jesús es el Mesías (el especial ungido de Dios que salva a los hombres) es la única cosa o razón que salva a uno. O sea, la única razón porque uno es salvo, es porque ha creído en Jesús como el Cristo. La forma de expresar esta verdad es la definición de un “nacido de Dios” o un salvo. La elección es muy lejos y afuera de esto. Dios no dijo, “Todo aquel, quien es elegido, es nacido de Dios.” La salvación es una consecuencia de la fe en Jesucristo (acción adentro de tu poder), fin de discusión. La causa de la salvación no es dada o acreditada a una decisión (elección o predestinación) de Dios, sino una acción de fe que tú haces en obediencia a Dios.
1Jn 5:10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
El punto de la regeneración (Nueva Vida)
Jn 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Es muy importante de fijar el orden de las cosas aquí. Primero es de recibir al Cristo, quien es Jesús. La Biblia siempre presenta esto como una acción adentro de nosotros, la acción que hacemos nosotros, y que este depende de nuestra voluntad. Aunque Dios nos jala, Dios no “hizo” la decisión por nosotros, sino nos influyó. La decisión es nuestra. La acción es nuestra. Después de hacer esto, Dios nos da el poder para lo demás. La voluntad de Dios es que seamos salvos, no otra cosa. El calvinista juega con la voluntad permisa y perfecta. Dios no esfuerza a nadie en contra de su voluntad de aceptar o creer o recibir a Jesucristo. El Calvinista enseña que sí. Dios honra nuestra voluntad y decisiones hasta el punto en que llegamos a la muerte, y después todas nuestras decisiones son permanentes. Pero después que uno recibe a Jesús, entonces Dios engendra (hace hijo o da vida eterna) o “regenera” (el punto de la regeneración) tal persona.
Aquí anotamos que 1) los calvinistas dicen que es incorrecto de usar “recibir a Jesús” porque uno es elegido y no es acción propia. Pero la elección de Dios viene porque uno cree. 2) La regeneración espiritual viene después del creer. Nunca somos referidos a ser salvos antes que expresamos nuestra voluntad en creer en Jesucristo.
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